Por Adrián Garitaonaindia Jiménez / info@eurohoops.net
En los entrenamientos previos al definitivo tercer encuentro de la serie por el título de la ABA entre Partizan y Estrella Roja, James Nunnally y Stefan Lazaravic protagonizaron uno de los altercados de la temporada. Americano y serbio acabaron envueltos en una pelea y el jugador del equipo rojiblanco terminó el enfrentamiento con claros signos de violencia en la cara.
Los materiales audiovisuales proporcionados por el conjunto dirigido por Zeljko Obradovic y por el de Ioannis Sfairopoulos no tardaron en coger vuelo en redes sociales, y las elucubraciones se sucedieron. Sin embargo, uno de los dos protagonistas salió a mostrar su “inocencia” y quiso explicar lo ocurrido.
Nunnally se pronuncia
“Soy quien soy. No quien piensas que soy. No quien quieres que sea. Soy yo.
La fabricación y manipulación no eran necesarias en esta situación, ya que hay evidencia en video que revela que tuve que protegerme de un individuo agresivo. Después de intentar desescalar la situación que sentí venir, con mi espalda (literalmente) contra la pared y una mano alrededor de mi cuello con un puño volando hacia mí, no tuve otra opción que separarme de él. No hay animosidad hacia él en absoluto; espero que esté bien.
Cualquier narrativa sobre mí que no incluya ser una persona sólida y honesta no puede ser verdad ni será aceptada. Nunca seré perfecto y no estoy luchando por eso, solo aprendiendo de los errores mientras me responsabilizo para mejorar a partir de esos errores pasados. No soy racista, por cierto, para aquellas personas que me han llamado racista mientras me llamaban ‘mono negro’, enviándome plátanos (me encantan en los batidos, aunque no son mi opción favorita) y cantidades incontables de insultos raciales y amenazas. A pesar de todo, no afectará mi opinión sobre los otros grandes serbios con los que he construido relaciones durante mi tiempo aquí. Interpreta esto como quieras, solo que tus opiniones sobre mí no cambian las opiniones de aquellos que realmente me conocen y me quieren.
Nada real puede ser amenazado, nada irreal existe”