Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
El Real Madrid se mete en su séptima final consecutiva de la Copa del Rey tras dar una verdadera exhibición frente al Valencia Basket (91-68).
El equipo de Jaume Ponsarnau llegaba al encuentro buscando su segunda sorpresa en el torneo, pero se topó con la mejor versión madridista y, sobre todo, con un descomunal Facundo Campazzo. El base argentino terminó con una línea estadística increíble jugando menos de 23 minuntos: 15 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias y 7(!) robos.
Una vez finalizados los cuartos de final, se rompió la tónica dominante: la alta anotación. Aunque las pérdidas y los triples tuvieron su participación, mayor fue la culpa de la trampa blanca. Campazzo, hiperactivo, no cesó en su empeño por robar balones y obligar al Valencia Basket a jugar en defensa la mayor parte de la primera mitad.
Si Campazzo anotaba, robaba y asistía. En definitiva, hacía de todo. Y si no destacaba en algún apartado estadístico, Edy Tavares (9 puntos, 10 rebotes y 3 tapones) completaba el trabajo. Además de amargar el día a Bojan Dubljevic, sus rebotes e intimidación dejaron al Valencia, tercer mejor ataque de la ACB, en apenas 20 puntos en toda la primera mitad.
El Madrid había asustado a los ‘taronja’ con su intensidad defensiva, pero el pobre acierto exterior mantenía aún el partido con vida (34-20). No sería por mucho tiempo. Los triples comenzaron a entrar y ls distancias en el marcador sobrepasaron los 30 puntos cuando Pablo Laso decidió sentar a sus primeros espadas.
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