Por Gerard Solé / info@eurohoops.net
¿Es posible competir de tú a tú ante uno de los 10 mejores equipos de Europa sin tener a tus pívots disponibles? Una pregunta de difícil resolución para MoraBanc Andorra en su estreno en la Fase Final Excepcional de la Liga Endesa. Los del Principado llegaron a Valencia sin Moussa Diagne y, ya en el hotel de concentración, anunciaron también la ausencia por problemas físicos de Dejan Musli. ¿Existe vida sin pívot?
Ante dichos problemas, su director deportivo Francesc Solana se movió rápido, incorporando al potente interior Babatunde Olomuyiwa (2’05), que había participado en LEB Oro durante la temporada 19/20. Ante la imposibilidad de un fichaje de mayor nivel (la competición solo ha permitido incorporaciones de ligas inferiores), Solana recurría al poderoso físico del sierraleonés para poder ayudar en la pintura. Sin embargo, tanto él como el principal estratega, Ibon Navarro, sabían que solo existía una verdadera solución: reinventarse. Y más ante un juego interior tan especial como el de Valencia Basket.
Ibon Navarro optó de salida por la pareja Llovet-Tyson y por buscar el emparejamiento cara a cara del dominicano con el pívot rival. Pero ante la incógnita física de un más pesado Bojan Dubljevic, Ponsarnau le brindó titularidad y responsabilidad a Mike Tobey. Y, claro, alguna de las grandes virtudes del interior taronja son su movilidad lateral y versatilidad defensiva, así que Tyson acabó su primera participación con balance negativo. Turno para el único cinco puro: debut de Olomuyiwa.
3:36 minutos de juego, 3 faltas personales. Dura bienvenida del africano, “muy acelerado” según Navarro en la primera mitad, aunque “más sólido y dando consistencia interior al equipo” en la segunda. MoraBanc Andorra debía replantearse de nuevo su idea inicial. 5 abiertos, con Bandja Sy, Tyson Pérez y Nacho Llovet turnándose para ocupar los teóricos puestos interiores, con ayudas puntuales del africano. La receta estaba clara y así lo reconoció el vitoriano tras el partido: “Suplir la diferencia de centímetros con intensidad, energía y mucho deseo”.
Solución amenazadora en ataque, pero inconsistente y poco fiable en defensa, pese a la ayuda de todo el equipo. Funcional y efectiva contra Dubljevic, al que desesperaron con continuos dobles marcajes, pero no ante un cinco tan único como Mike Tobey, capaz de abrirse para castigar desde la línea de tres y un intérprete letal en situaciones de dos contra dos.
Aliado extraordinario para todos los generadores taronja y finalizador indetectable gracias a su enorme comprensión del juego, Tobey se agigantó ante las constantes alternativas defensivas del rival, creando espacios para sus compañeros sin apenas tocar el balón y maximizando su impacto ofensivo cuando sí conseguía contactar con él.
En poco más de 20 minutos, 15 puntos (7/9 en tiros) y 13 rebotes para 27 de valoración. Ni el físico de Tunde, ni la explosividad de Tyson o Bandja Sy, ni el cuerpo de Llovet. Nadie pudo contener al neoyorquino, que termina contrato y que, si no renueva con la entidad valenciana, sin duda será uno de los caramelos más golosos del mercado estival de la Liga Endesa y, quizás, hasta del continente.
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