Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
“Si juegas contra un equipo como Málaga, la diferencia se marca en defensa. Todo el mundo habla del talento del Barça en ataque, que lo tenemos, pero la diferencia la marca la defensa“.
Más allá de la dificultad que sigue teniendo Unicaja para posicionar su marca en el extranjero, de las palabras de Svetislav Pesic en el micrófono de Movistar se puede extraer un análisis muy conciso y simple de lo que fue la segunda victoria del Barça en esta Fase Final.
Los malagueños jugaron mejor en la primera mitad y parecen haber llegado a este ‘mini’ torneo en su mejor momento. La incorporación de Gal Mekel –lo advertía Gerard Solé– le ha sentado muy bien al ataque cajista. Pone pausa y cabeza, algo que habían olvidado los bases referentes del equipo en los últimos años (además de 24 asistencias en sus tres partidos con el Unicaja).
Sin embargo, esa buena versión es insuficiente ante un equipo que mejoró defensivamente en la segunda mitad y que, además, va sobrado de talento ofensivo. La agresividad del Barça no solo les permitió defender mejor y forzar pérdidas rivales, sino que también les ayudó a cerrar el rebote.
Si a ello le sumamos la aportación y el talento ofensivo de Nikola Mirotic (19 puntos en 23 minutos) y Ante Tomic (16 puntos y 7 rebotes en otros 23 minutos) en el otro extremo de la cancha, la combinación es letal.
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