Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
El Baskonia y el Barça reeditaron la final de la Liga Endesa en el primer partido oficial de la pretemporada. Porque, aunque parezca contradictorio, la Supercopa sirve como prueba para los entrenadores. Pese a todo, nos dejó grandes detalles.
Pese a la derrota, parece claro que el Baskonia competirá a gran nivel tanto en ACB como en la Euroliga. Dusko Ivanovic les ha devuelto el gen competitivo que caracteriza al conjunto vitoriano, el ‘carácter Baskonia’. Siempre a remolque en este encuentro, pero vendiendo carísima su derrota (de 15 puntos abajo al inicio del último cuarto a tener la opción de empatar el partido en el último minuto) y con sus fichajes ofreciendo una gran imagen.
Pero los grandes protagonistas del partido fueron Sarunas Jasikevicius y Álex Abrines. Los focos estuvieron desde el inicio en el técnico lituano por la novedad que supone su llegada a la liga y, durante el partido, por los cambios que podrían verse en su Barça.
La defensa suele definir a los entrenadores metódicos, aquellos que tratan de tener bajo control todo lo que ocurre en la pista. No iba a ser menos con Saras. En ataque, su grandes novedades fueron la combinación de dos directores de juego en pista en todo momento -considerando a Adam Hanga como tal- y los minutos de Nikola Mirotic como ‘5’.
Sin embargo, lo que verdaderamente parece diferenciarle de Svetislav Pesic es la confianza depositada en todos sus jugadores. Leandro Bolmaro, de olvidado por el técnico serbio, a titular. Y Abrines, que ha pasado de tener que ‘pegarse’ por tener algo de protagonismo a mostrar una seguridad espectacular en su tiro exterior.
Si una de las pocas dudas que ofrecía este equipo antes de la Supercopa, era la ausencia de tiradores en su ‘roster’, pero Abrines consiguió que sus compañeros no echaran de menos a Kyle Kuric y Cory Higgins. El tercer cuarto lo dominó el balear, que firmó un parcial de 16-0 sin fallo. 16 puntos sin respuesta que dieron al Barça suficiente ventaja para meterse en la final y que le sirven para ganarse la confianza del que fue su compañero y ahora es su entrenador.
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