Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Parece un tópico, pero no lo es. En la Copa hay favoritos sobre el papel, y si no que se lo pregunten al Barça: victoria por 103-93 ante el Unicaja de Málaga. El gran favorito ha sudado sangre para superar al equipo que peor llegaba a la Copa, que de la mano de un excelso Darío Brizuela (33 puntos) ha obligado a los azulgrana a vencerles en la prórroga en un final cargado de polémica.
Lo que hace grande e impredecible la Copa del Rey es que no importa como lleguen los equipos. Es un partido, cara o cruz, todo puede pasar. Tras un historial en Liga Endesa bastante regular y una Eurocup para olvidar, el Unicaja ha jugado los 10 mejores minutos de la temporada en el primer cuarto. Con un Darío Brizuela imparable (14 puntos en el cuarto), Alberto Díaz siendo un incordio, imponiéndose en todos los balones divididos… recital malagueño que llegó a tener una ventaja de 20 puntos con el 9-29.
Pero el Barça es mucho Barça y era cuestión de tiempo que despertara: Abrines y Higgins se enchufaron para reenganchar a los azulgrana al partido, consiguiendo llevar el partido al descanso con 39-44.
Alguno pensaría que tras el descanso el Barça se pondría el mono de trabajo y arreglaría la mala imagen que estaba dando. Nada de nada. Con Rubén Guerrero mandando en la zona y Brizuela a lo suyo, solamente los puntos de Calathes mantenían al Barça con opciones. Hasta 11 puntos anotó el griego en este cuarto, contestando durante varios minutos todas las canastas de la mamba vasca y siendo el único antídoto a la zona del Unicaja, que como en la primera parte era un problemón para Jasikevicius.
La tendencia a pesar de todo era azulgrana. El esfuerzo empezó a pasar factura, los pases ya no eran tan claros, el Barça defendía las líneas de pase a la perfección forzando muchas pérdidas… y lo más importante, las metía. Parcial de 24-5 para darle la vuelta al partido con un Leo Westermann como protagonista inesperado: el francés consiguió un más/menos de 22, con una incidencia en el juego mucho más allá de los números.
!Pero esto es la Copa! Un parcial con otro se contesta, y el 0-10 del Unicaja logró llevar el partido con empate a 84 en el último minuto, una igualdad que se encargó de romper con un triple Mirotic, muy irregular hoy. El intercambio de canastas terminó con la última posesión para el Unicaja con dos puntos abajo, y con todos los ojos puestos en Brizuela, Abromaitis fue el encargado de mandar el partido a la prórroga con el 88-88.
El mejor partido de los cuartos de final tenía que decidirse en el tiempo extra, unos cinco minutos en los que los azulgranas se han mostrado muy fiables desde el tiro libre, uno de los factores que ha decidido el partido. Eso y la falta en ataque (y las posteriores faltas técnicas) a Brizuela a falta de 30 segundos, una acción que ha dejado sentenciado este apasionante último duelo de cuartos de final que ha terminado con 103-93 para los azulgrana.