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El Real Madrid estrenaba su equipación edición Star Wars el día en el que terminó presenciando cómo aparecían rebeldes para poner fin a su racha de 18 triunfos consecutivos en la Liga Endesa. El Valencia Basket continúa apretando en la pelea por el factor cancha tras ganar en el WiZink Center por 69-79, infligiendo la segunda derrota del conjunto blanco en la temporada.
La puesta en escena fue clave, ya que el despertar de la fuerza taronja se produjo en el primer cuarto. Aprovechando la ausencia en la zona de Edy Tavares, Mike Tobey se hizo grande para firmar 12 de sus 16 puntos en ese momento del partido. Los valencianos mostraron el lado más oscuro del Madrid, que quedaba atrás 12-27 al término de los 10 primeros minutos, pero que veía como la diferencia se ampliaba hasta el 12-33 acto seguido.
Vincent Poirier, incapaz de frenar a Tobey, comenzó a producir en ataque y, de hecho, acabó siendo el jugador más destacado del Madrid. Sus 16 puntos y 7 rebotes se hacían notar, pero no eran suficientes para encabezar una reacción. El Madrid sólo comenzaría a recortar la distancia en el último cuarto, el único en el que logró apuntarse el parcial.
Con tres triples de Sergio Llull (15 puntos), los líderes de la ACB lograron rebajar la diferencia momentáneamente por debajo de los dobles dígitos, pero ya era demasiado tarde. Apenas quedaba medio minuto de partido y era lo más cerca que habían estado en el marcador.
El mérito fue del Valencia Basket, que se apuntó la 23ª victoria de la temporada que, de momento, les otorga la 4ª posición en la tabla. El equipo de Jaume Ponsarnau brilló por su trabajo coral, como demuestra el hecho de que sólo tres jugadores alcanzaron o superaron los 10 puntos anotados. Junto a Tobey, Martin Hermannson (11 puntos) y Louis Labeyrie (10 puntos y 8 rebotes) mostraron una producción ofensiva superior. El base islandés, además, dejó una de las canastas de la jornada en el momento en el que los locales trataban de racciones.
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