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El Valencia Basket consiguió lo que no había logrado nadie esta temporada hasta el día de hoy: que el Real Madrid cayera como visitante en la Liga Endesa (85-67). Así, los taronja forzaron el tercer partido, del que saldrá uno de los dos finalistas de la ACB.
Los valencianos, tras jugar un flojo partido hace dos días, donde les faltó intensidad, cogieron energía ante su público. Volaron por encima del aro, corrieron el contraataque y defensivamente fueron una roca. Los blancos, que habían firmado su peor actuación anotadora del curso precisamente ante el Valencia (69 puntos), se quedaron incluso por debajo de aquella marca.
El Madrid perdió el ritmo ofensivo en el segundo cuarto (11 puntos), cuando Martin Hermannsson (9 puntos, 5 asistencias) comenzaba a hacer jugar a su equipo mientras Louis Labeyrie se convertía en el jugador más importante del partido.
Sin grandes estridencias, sin pedir mucho balón, pero dominando los cortes por línea de fondo, el francés se fue hasta los 18 puntos. Junto a Mike Tobey (13 tantos), fueron los dos interiores referencia.
Sólo un parcial final de 2-11 sirvió para maquillar el resultado de un partido decidido muy pronto. Porque esta vez el Madrid sí echó en falta frescura y puntos desde el banquillo. Jaycee Carroll fue el único jugador que alcanzó los dobles dígitos en anotación (13 puntos) y su serie de tiro fue 3 de 12.
El próximo jueves, otros 1.000 aficionados podrán disfrutar de un partido en el que estará en juego un puesto en la final de la Liga Endesa.