Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
El Real Madrid aguantó, resistió y se clasificó para la enésima final de la era Laso. Los blancos derrotaron al Valencia Basket por 80-77 en el tercer partido de la serie y son el primer equipo clasificado para la lucha por el título.
Podría ser una simplificación excesiva de la serie pero, el equipo que más energía tuvo y demostró, se llevó cada uno de los tres partidos. Esa energía no llegaba por arte de magia… se transmitía desde la grada. Porque tras año y medio escuchándose cómo deslizaban las suelas sobre el parqué, ahora lo extraño es sentir el calor del público. Y es que, en lo que va de playoffs, sólo se han ganado dos partidos en pabellones donde los aficionados soplaban en contra.
Pero, si hablamos de energía, los nombres que no podemos obviar son los de Usman Garuba y Sergio Llull. El canterano madridista no sólo fue el máximo anotador del partido con 16 puntos (3 de 5 en triples), sino que además contribuyó con 14 rebotes.
Llull dejó 13 puntos y 5 asistencias en su hoja estadística, nada mal para un recién llegado de lesión y sin apenas tiempo para entrenar. Nadie mejor que el balear y sus tiros inverosímiles -aunque no contaran- para levantar a los 1.000 aficionados madridistas de su asiento.
Pero, a pesar de toda esa energía, Nikola Kalinic hizo que fuera el único partido que realmente estuvo disputado de los tres. Aprovechando su ventaja en el poste, se fue hasta los 13 puntos y dejó el marcador prácticamente empatado a falta de 3 minutos (73-72).
Entonces, Garuba cometió un error que cerca estuvo de costar la eliminatoria a los madridistas metiendo la mano donde no debía en un triple corto de Mike Tobey. Sin embargo, los playoffs parecen ser su momento y supo resarcirse con un decisivo 2+1 tras rebote que supuso el pase a la final de la Liga Endesa.
Ahora, el Real Madrid podrá ver mientras descansa cómo Barça y Tenerife pelean por a su rival del domingo.
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