Por Gerard Solé / info@eurohoops.net
15-0 de parcial. Del 44-42 al 59-42. En apenas tres minutos, el equipo de Pablo Laso rompieron la igualdad de un choque de alternativas constantes. Con un gigantesco Edy Tavares (12 puntos y 13 rebotes) y el acierto exterior de un Fabien Causeur en estado de gracia (16 puntos), el Real Madrid sumó el primer punto de su intensa semifinal ante Bitci Baskonia (94-84), que tuvo en apenas resistió gracias a Matt Costello (16 de valoración) y Alec Peters (15 puntos) en la segunda mitad.
Llull y Rudy. La guardia clásica del Real Madrid fue la gran protagonista del primer cuarto. Con la obligada presencia del escolta tras la ausencia de Abalde y las dos faltas rápidas de Hanga, los locales encontraron el desatascador que necesitaban tras un inicio muy gris de ambos equipos. Los de Laso sumaron ya 15 puntos desde el triple en los primeros diez minutos ante un Bitci Baskonia que nunca perdió la serenidad pese al acierto blanco desde el arco.
Con las segundas unidades bajó, de forma lógica, el acierto de ambos. Madrid y Baskonia se refugiaban en el trabajo defensivo para sobrevivir y tan solo los picotazos de Rudy y Marinkovic sumaban algunos puntos al marcador. Los de Laso seguían haciendo daño con triples liberados y con un gigantesco Tavares (8 puntos y 9 capturas al descanso) dominaban también el rebote ofensivo. Todo iba de cara para llegar al descanso con una cierta ventaja… hasta que llegó él. Wade Baldwin explotó en el tramo final y con dos minutos excelentes a nivel ofensivo mantenía a los vitorianos en el marcador al descanso (44-42).
Correr, correr y correr. Y parcial de 15-0 para abrir la segunda mitad. El Real Madrid se reencontró con las buenas sensaciones con un cambio notable de ritmo, impulsándose a base de contraataques tras excelentes minutos defensivos. Y lo hizo aprovechando, además, el acierto de un exultante Fabien Causeur. Con 14 puntos en el periodo, el galo se ganaba, una vez más, los elogios del WiZink Center. Sin embargo, Bitci Baskonia no había llegado hasta aquí para morir tan fácil. Con la entrada de Costello en el cinco y una segunda unidad menos brillante pero más efectiva, los de Spahija llegaban al último cuarto aún dentro del partido.
Un sentimiento de combatividad que nunca perdieron, pero tampoco nunca estuvieron cerca de completar la remontada. A cada acción positiva de Alec Peters o Matt Costello llegaban también respuestas locales. Y tres triples casi consecutivos (uno absolutamente inverosímil de Rudy), junto a excelentes minutos de un activo Guerschon Yabusele ponían la rúbrica final al encuentro. Versión muy sólida de los blancos, cimentada en un claro dominio del rebote y con gran acierto desde el triple. El sábado, segundo capítulo.