Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
No dio ninguna opción al Barça. Edy Tavares realizó un partido para la historia para darle al Real Madrid la liga ACB en cuatro partidos (81-74). Sus números asustaron: 25 puntos (9 de 11 en tiros y 7 de 7 desde la personal), 13 rebotes, 7 de ellos en ataque y 41 de valoración.
La diferencia física y en el rebote marcaron el cuarto partido de la final. Y lo preocupante para el Barça es que no era novedad. Pero, si el viernes la diferencia la marcaron Tavares y Vincent Poirier, el domingo el caboverdiano no necesitó prácticamente a nadie más. Ante su incapacidad de hacerse con la pintura, los azulgranas se dieron cuenta de que, para seguir con vida, debían estar acertados en sus lanzamientos. Nick Calathes (12 puntos y 9 rebotes) asumió protagonismo y Dante Exum (13 puntos y 5 rebotes) demostró que merecía un hueco en la rotación.
Aunque el Barça tardó en darse cuenta y la diferencia favorable al Real Madrid alcanzó los 13 puntos en el segundo cuarto, entre el dominio de Tavares y los buenos porcentajes en el tiro exterior de los visitantes, se alcanzó un equilibrio que la final final reclamaba.
El partido ganó en dureza y también en emoción. Incluso se comenzaron a ver cambios de liderato en el marcador… cuando al Barça se le secó la pólvora. Los excelentes porcentajes en el tiro de 3 ya no lo eran tanto y encadenaron cinco errores en el inicio del cuarto periodo.
En ese momento Tavares -que seguía capturando rebotes ofensivos, anotando en la pintura, recibiendo faltas y condicionando el ataque rival- encontró dos valiosos aliados. Gaby Deck le alimentaba de balones y carga en la zona, pero fue Fabien Causeur (17 puntos) quien cerró un magnífico final de temporada… y, sobre todo, cerró el partido con su muñeca. Seis puntos consecutivos del galo aniquilaron cualquier opción de alargar la serie. El Real Madrid ya tenía su nombre grabado en la 36ª liga.