La Penya vuela en la segunda parte y se mete en semis

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

BADALONA – El Joventut Badalona se ha convertido en el cuarto y último semifinalista de la Copa del Rey tras superar al Cazoo Baskonia por un contundente 94-81. Los anfitriones han ido de menos a más para terminar aplastando a sus rivales, que se han desmoronado tras el paso por vestuarios.

El inicio de partido fue terrible para la Penya. El siempre fiable Ante Tomic no metía ni una y todo lo que fallaba el croata no lo perdonaba Rokas Giedraitis (12 puntos y 4 rebotes), referente visitante. Pero era cuestión de tiempo que afición y jugadores verdinegros despertaran. Liderados por Joel Parra, que se encargó de espabilar a sus compañeros de equipo y también a los fans de la Penya, los de Carles Duran fueron poco a poco recortando la desventaja hasta dejarla en aceptable, con mención especial para Andrés Feliz y su energía.

La primera mitad empezó fatal para el Joventut (dos tiros libres fallados por Ellenson y triple sobre la bocina de Costello) pero la segunda empezó de forma inmejorable. El 12-2 de salida puso el 47-44 para los locales, con todas las letras. La reacción verdinegra llegó además con la llegada de los nervios en el banquillo del Baskonia, traduciéndose en una técnica para un exaltadísimo Peñarroya. 

No se quedó ahí la cosa para la Penya, ya que todo el mundo se sumó a la fiesta. Kyle Guy (10 puntos y 6 asistencias), el hijo pródigo Brodziansky (12 puntos) junto a Ante Tomic (18 puntos y 5 rebotes) haciendo un clínic en la zona, Ellenson (10 puntos y 5 rebotes)… Todos querían poner su granito de arena y la cosa no terminó en montaña, terminó en ochomil. El durísimo 33-15 del tercer cuarto no solamente cambió la dinámica del partido sino que rompió el corazón del Baskonia. La moral en los visitantes estaba por los suelos, tanto en la pista como en la grada, y la solución más lógica se marchó expulsada.

El partido de Markus Howard fue la definición de Markus Howard. Anotó 11 puntos, sí, pero con un 3/9 en tiros de campo y con cinco faltas personales. Con 74-60 en el marcador, Peñarroya intentó una zona para sorprender pero no dio ningún tipo de resultado. Los puntos seguían cayendo y la distancia se fue hasta los 17 con el 82-65 para delirio del Olímpic, que no tardó en darse cuenta que su equipo era el cuarto semifinalista de la Copa del Rey.

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