Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça se ha llevado el Clásico liguero tras superar al Real Madrid por un claro 97-82. Victoria contundente y de mérito de los azulgranas, pues se han recuperado de múltiples contratiempos en forma de lesiones y remontadas.
El inicio de partido estuvo marcado por las lesiones y ausencias. El Real Madrid en cuadro, el Barça con la baja de última hora de Rokas Jokubaitis y con el contratiempo añadido de la recaída de Cory Higgins nada más iniciar el partido. El norteamericano se tuvo que marchar directamente a los vestuarios por problemas en la espalda. La lesión tenía mala pinta solamente por el hecho de que Jasikevicius tuvo que consolarlo en la pista y el Barça lo confirmó al poco tiempo: lumbalgia aguda y a esperar su retorno.
Los azulgranas dejaron de banda estos problemas para empezar mandando en el partido, con un gran inicio de Vesely y Satoransky, pero poco tardó el Real Madrid en aparecer. Los blancos aprovechaban al máximo las pérdidas del Barça y los únicos contragolpes del partido eran de los visitantes. El 17-24 al finalizar el partido era incluso corto por lo vivido, no solamente por los errores desde la línea de tiros libres por parte de los de Chus Mateo.
Pero la vuelta de Satoransky (16 puntos y 7 asistencias) al partido fue lo que necesitó el Barça para reaccionar. La baja de Jokubaitis obligó a Laprovittola (11 puntos y 6 asistencias) a jugar muchos minutos de base. Descontrol total. No había orden en el ataque azulgrana y no fue hasta la vuelta del checo que se calmaron las cosas. Calma en la pista y fuego en el Palau, que se activó con la siempre clásica tensión y polémica de un Clásico. Buenos minutos del Real Madrid, buenos minutos del Barça… Era lógico que esto se reflejara en el marcador al llegar al descanso (47-46).
El paso por vestuarios le sentó de maravilla al Barça. El renacido Abrines y su tres más uno recordaron a los que habían salido a comer algo que aquí había un partidazo en juego, y tras eso llegó la primera gran ventaja local con el 61-50.
El festival no paró (76-59) y nadie en el Palau se acordaba que a otro de los suyos se le acabó el partido antes de tiempo. Jan Vesely se fue directamente a cambiarse por problemas en la rodilla. Uno de los que ocupó su tiempo de juego fue James Nnaji, que nada más salir a pista se puso el público al bolsillo con dos matazos marca de la casa.
Consciente de que faltaban puntos, Chus Mateo optó por jugar sin pívots. El Barça se obesionó en intentar castigar la defensa de Hezonja sobre Mirotic (17 puntos y 5 rebotes) y la cosa terminó fatal para sus intereses. Los blancos, con un gran Yabusele (19 puntos), encadenaron un 0-11 de parcial nada más comenzar el último cuarto que congeló por completo al Palau.
Con los primeros puntos del Barça llegó la tercera lesión de la tarde. Abrines tuvo que marcharse a los vestuarios tras un golpe. Casualidad o no, la lesión del mallorquín despertó a sus compañeros de equipo, que muchos minutos después pudieron anotar con regularidad y facilidad, con Lapro de adalid. El final de partido, con el Real Madrid a la desesperada, terminó siendo un paseo azulgrana y un episodio más de la gran comunión que hay entre plantilla y afición.
Foto: ACB