Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Unicaja de Málaga se ha llevado la victoria en el segundo partido de las semifinales ante el Barça (79-88) y consigue de esta forma el objetivo al viajar a al ciudad condal: ganar un partido. Incontestable triunfo de los de Ibon Navarro, que han empezado mandando, se han recuperado de la reacción azulgrana, y han terminado dominando a placer.
El inicio de partido fue de los terribles para los locales. Con más tiros libres fallados que puntos, el parcial de salida se estiró hasta un doloroso 1-14 para los intereses del Barça, que no sabía qué estaba pasando. Una victoria del Unicaja podría significar que la temporada en el Palau se terminaba hoy, un miedo que pareció afectar a los de Jasikevicius, que no tardó en desesperarse en el banquillo.
Encontró el lituano la solución a sus problemas en el banquillo. La segunda unidad, con Jokubaitis y Sanli a la cabeza, le cambiaron la cara al Barça, que subió una marcha en ataque y el marcador se benefició de ello. Una de estas incorporaciones fue la de Tobey, que fue protagonista positivo (triple nada más entrar) y negativo, ya que se marchó lesionado al aterrizar mal tras un gran tapón.
Era obvio que el acierto azulgrana iba a llegar tarde o temprano, unos puntos tan innegociables como la polémica y la tensión en los banquillos, elementos protagonistas en el primer partido y también hoy. Ibon Navarro y Álex Abrines fueron castigados con técnicas casi consecutivas, igualando la balanza (y el saldo) y poniéndole un picante al partido, que nunca viene mal. Los buenos minutos de Kalinic (14 puntos y 4 rebotes), ala-pívot muchos minutos hoy, ayudaron a contener el huracán Carter (19 puntos), referente en la primera mitad para los andaluces con 12 puntos antes del descanso (37-40).
No fue hasta pasar por vestuarios que pudo el Barça lograr lo más necesario en un partido así: ponerse por delante. Dos triples de Lapro (19 puntos) y una canasta de Mirotic, con exquisito gesto técnico previo, y otra del argentino pusieron un 54-47 que fue recibido con los brazos abiertos por los aficionados del Palau, deseosos desde hacía minutos de alegrías en forma de puntos. Pero poco les duro la alegría, ya que Thomas y Sima aparecieron en escena para poner el 54-55, una ventaja visitante que se estiró hasta el 59-67 tras la aparición de Perry (13 puntos).
Las sensaciones volvían a ser claramente para el Unicaja y el tiempo comenzaba a agotarse para el Barça. No hay nada que los puntos no arreglen, por lo que Saras optó por la pólvora para intentar la remontada… pero el tiro salió por la culata: la ventaja malagueña se disparó hasta los dobles dígitos.
La súbita bajada del listón arbitral perjudicó al Barça. Las faltas comenzaron a pitarse a falta de cinco minutos para el final y de los errores azulgranas se aprovechó el Málaga, que elevó la ventaja hasta el 64-82 (grandes minutos de Kravish (13 puntos y 8 rebotes), víctima de una fea acción de Vesely) momento en el que el partido quedó sentenciado y las gradas empezaron a vaciarse. A casa todo el mundo.