Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
Podríamos haber imaginado al Barça ganando la Liga Endesa de muchas maneras, pero quizás esta fue la más espectacular. El equipo de Sarunas Jasikevicius barrió en tres partidos al campeón de Europa jugando un espectacular baloncesto ofensivo (82-93).
Si es el fin de una era, de la era Nikola Mirotic de azulgrana, no pudo tener un mejor guion. Suyos fueron los focos y suyo fue el MVP, aunque su futuro más próximo no le permitió disfrutarlo como quizás se merecía. Quizás el tercero fue el menos brillante de los tres, pero el más coral.
Y es que, comparado con los dos primeros encuentros del Palau, este tuvo quizás más físico, probablemente más contactos y, con esas premisas, hubiera apostado porque tendría menos puntos. Pero no, Saras tenía otro plan que ejecutó a la perfección tras el descanso.
El Barça salió del vestuario en el tercer cuarto con fuego en las yemas de los dedos y ganas de animar el choque. Convirtiendo sus siete primeros tiros de campo, incluidos tres triples, lo logró. De hecho, el primer error no llegaría hasta un punteo infinito de Edy Tavares, que no cortaría el ritmo anotador azulgrana.
El campeón de liga había el mando y no lo soltaría hasta agarrar el trofeo con las dos manos. Arrasaron y no hubo opción para los madridistas, cuya misión esta temporada ya estaba cumplida, pero dejaba un sabor agridulce.
Un 3-0 incontestable y que los aficionados azulgranas no veían desde hace más de 20 años, cuando Pau Gasol aún era un joven imberbe.