Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Valencia Basket se ha convertido en el segundo semifinalista de la Copa del Rey tras superar al Dreamland Gran Canaria por 81-89. Partido de menos a más y decidido en la prórroga para los de Mumbrú, que se medirán al Real Madrid por un puesto en la gran final.
Si los canarios fueron siempre un paso por delante en el marcador y en el ritmo de partido fue gracias a que sus jugadores iban intercalando protagonismo. Ethan Happ tuvo oportunidad de brillar antes de cargarse con faltas, Albicy tuvo sus momentos… y hay que hablar de Landesberg. Ya comentamos en el tercer episodio de nuestro podcast que estos partidos son perfectos para jugadores como él y poco tardó en darme la razón.
Pero no iba a ser solamente cosa de exteriores lo de hoy. Brandon Davies y Damien Inglis se multiplicaron para hacer olvidar el desastre de Ojeleye para compensar el buen trabajo de los amarillos, que cerraron la primera mitad tan solo tres puntos por encima con el 35-32.
Chris Jones nunca terminó de aparecer y no lo hizo tras el descanso, por lo que la ventaja para los isleños inclusó aumentó en el tercer cuarto. Happ era un auténtico quebradero de cabeza para los de Mumbrú, ya que era capaz de distibuir cuando la defensa se cerraba sobre él, pero apareció un invitado sorpresa. Parecía que la llegada de Pangos condenaba a Stefan Jovic al ostracismo, pero el serbio dio una nueva muestra de enorme calidad para comandar la reacción taronja (62-61).
El intercambio de golpes entre ambos equipos era constante hasta que el peor del Valencia culminó la remontada. Un triple de Ojeleye puso el 70-73 que fue celebrado con entusiasmo por la banda del Valencia Basket, que el puso la música al encuentro durante los 40 minutos. Verse por debajo en el marcador fue un golpe durísimo para el Dreamland Gran Canaria, al que le comieron los nervios… y todo el mundo se dio cuenta. Faltaban aún 1:26 para terminar el encuentro, pero el 70-75 y posesión para el Valencia lo habían puesto todo muy complicado para el Granca. Un buen número de aficionados ya enfilaban la salida del Martín Carpena pero hubo milagro. Al fin y al cabo esto es la Copa. Slaughter permitió a los suyos soñar y Brussino mandó el partido a la prórroga con un triplazo sobre la bocina.
Pero no hubo color en el tiempo extra. Del 77-77 se pasó al 77-87 en un visto y no visto y ya no pudo haber otro milagro. Real Madrid – Valencia Basket en la primera de las semifinales.