Por Alex Molina / info@eurohoops.net
La última vez que Lenovo Tenerife y Unicaja de Málaga se vieron las caras en la Copa del Rey fue en Badalona, hace casi un año en la gran final de la edición del 2023. En aquella ocasión, los malagueños fueron los que se llevaron la victoria y el triunfo, pero hoy ha sido distinto: victoria aurinegra por 83-91 con la que se medirán al Barça por un puesto en la final.
El inicio de partido fue un espectacular concurso de triples. Los primeros veintiún puntos del Unicaja llegaron desde más allá del arco y con Osetkowski (16 puntos) de adalid, pero los tinerfeños no se quedaban atrás y Doornekamp (25 puntos y 6/6 en triples) inició también su show triplista para responder el acierto local.
El final del acierto en el triple por el bando local propició que los aurinegros se acercaran en el marcador. Los hoy suplentes Shermadini (17 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias) y Guy (23 puntos y 30 de valoración) empezaron su show particular y le dieron al Lenovo Tenerife las primeras ventajas. Los nervios comenzaron también a hacerse notar, ya que la presión del anfitrión es siempre un factor a tener en cuenta y hoy no fue la exepción. Por mucho que la dominante afición local pusiera de su parte, el plan de Ibon Navarro no terminaba de funcionar. Pero a pesar de todo, Perry y Dedovic, este último sobre la bocina, pusieron el 49-45 con el que se llegó al descanso.
Conscientes de que si querían cumplir los pronósticos y meterse en la semifinal de “su” Copa, los malagueños salieron como un tiro y dominaron tras el paso por vestuarios. La ventaja llegó por primera vez a los dos dígitos con el 55-45… pero también lo hizo la reacción aurinegra. Con Doornekamp una vez más como hombe destacado, los de Vidorreta enlazaron un parcial de 0-12 que les dio el control del marcador (55-57) pero no del partido. La reacción de los visitantes no hizo más que darles una ligera ventaja a los tinerfeños que, eso sí, supieron capitalizar nada más comenzar el último cuarto.
El 65-70 que lucía en el Martín Carpena nada más comenzar el último asalto encendió todas las alarmas. Shermadini era el principal problema y Navarro lo le encontraba solución. Conscientes de que la situación se ponía peliaguda, los aficionados locales salieron al rescate de su equipo y su apoyo fue vital para que todo se volviera a equilibrar
¿Quién faltaba en la fiesta? El de siempre. Marcelinho Huertas fue el encargado de poner el 71-74 y ser el temple que siempre se necesita en estos momentos de partido. El carioca, Shermadini y Guy se iban repartiendo protagonismo en los ataques del Lenovo Tenerife, pero fueron otros dos los que brillaron al final. Doornekamp puso la guinda a su gran partido con un punteo y Cook optó por la versión más salvaje (véase foto con la que ha comenzado esta crónica) para poner un 79-85 que desató la locura en la grada tinerfeña. La ventaja y sobre todo el shock por verse abajo en el marcador fueron demasiado para el Unicaja, que no pudo hacer nada ante el trío aurinegro y terminó cayendo por una excesiva desventaja final.