Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Real Madrid se ha convertido en el primer finalista de la Copa del Rey tras superar al Valencia Basket por 95-76. Gran triunfo de los de Chus Mateo, que dominaron todo el partido y lo rompieron en el tercer cuarto para esperar rival en el partido por el título con tranquilidad.
Sabía Chus Mateo que el juego interior del Valencia Basket estaba en números rojos y el primer ataque fue toda una declaración de intenciones. Tavares fue a castigar a Brandon Davies (18 puntos) y le sacó la primera de las faltas que vendrían. Ambos equipos apostaron por quintetos iniciales cargados de músculo pero fueron los blancos los que empezaron con más acierto. A pesar de que Davies castigaba desde el triple, la superioridad física del Real Madrid era abrumadora y el marcador no tardó en reflejarlo. La segunda falta del único cinco del equipo de Mumbrú fue un golpe casi tan duro como el 19-6 que había en el luminoso, aunque todo cambió con la llegada de la segunda unidad.
Ojeleye y Anderson subieron incluo un poco más el listón físico y los taronja reaccionaron hasta el 23-17, en el que Chris Jones tuvo también sus momentos de lucidez. Durante algunos minutos, parecía que la primera semifinal tendría algún tipo de emoción, ya que el divertido espectáculo que regalaban ambos equipos beneficiaba a los taronja, que con el 30-27 seguían mirándole a los ojos a los blancos. Era tal la igualadad que ni la irrupción anotadora de Sergio Llull (11 puntos), ocho puntos seguidos para el 38-29, desconcentró a los de Mumbrú… hasta que llegó la jugada que puede que lo decidiera todo.
Decirlo ahora es fácil y nunca se sabe, pero puede que el fallo más estrepitoso de la Copa del Rey decidiera el encuentro. Xabi López-Arostegui encaraba el aro completamente solo para poner el que habría sido el 42-41. Y digo decía porque el vasco falló en su intento de mate y de lo que habría sido poner el -1 y volver a mirarle a los ojos al Real Madrid, se pasó al 48-39 con el que terminó la primera mitad. Psicológicamente, el error de XLA fue un bofetón tremendo para los taronja del que no se recuperaron ni tras pasar por vestuarios.
Del 66-44 al 72-48 para terminar el tercer asalto con un durísimo 80-55. Durante toda la temporada hemos hablado de que el Real Madrid ha sido, es y todo parece indicar que será el único equipo de Europa capaz de sentenciar constantemente sus partidos antes del último cuarto, y la Copa del Rey no ha sido la excepción. Con Poirier (10 puntos y 8 rebotes) brillando y el una vez más ovacionado Campazzo (10 puntos y 9 asistencias), ni la zona de Mumbrú, que hoy ha vivido una de las derrotas más duras en su etapa en el banquillo valenciano, le dio un mínimo de emoción al encuentro. Hubo un amago de reacción taronja con la que llegaron a poner el 87-72 en el marcador, pero con él llegó también la expulsión por faltas de Brandon Davies, por lo que la única duda posible era saber cuál sería el resultado final.