Por Eurohoops team / info@eurohoops.net
Yiftach Ziv se enroló a las filas del Covirán Granada durante el pasado mercado estival. Llegando a la ciudad de la Alhambra tras dos temporadas en el Maccabi de Tel Aviv, las esperanzas depositadas por el club granadino en este jugador eran considerables, pero la vinculación entre ambas partes acabó finalizando antes de lo esperado.
Jugando ahora en la LNB francesa con el Saint-Quentin, el base israelí de 28 años de edad se sentó ha hablar con el medio hebreo YNet News y realizó fuertes acusaciones hacia la entidad dirigida por Pablo Pin después de ser preguntado si sintió antisemitismo en Granada.
“Estaba muy feliz al principio, pero a partir del 7 de octubre, pasé por un período muy desagradable, tanto profesional como personalmente. No hasta el punto de que experimentara algo, pero tienes miedo de hablar hebreo en la calle. Sigues mirando a derecha e izquierda. El mayor problema fue que el equipo simplemente no me apoyó; me abandonaron”
“¿Tiene sentido que dos días después [del 7 de octubre] no pregunte cómo estoy y no me hable en absoluto? No hay duda de que es porque soy israelí y judío. Simplemente me marginaron. Me dejó una cicatriz porque fue la primera vez que fui a Europa, y lo estaba esperando”.
El Covirán responde
Una vez extendidas tales acusaciones, el club nazarí actuó y emitió un comunicado a través de EL IDEAL en el que explicó la situación, negando lo afirmado por el base israelí.
“El jugador, en el plano meramente deportivo, fue bajando en números de juego y en importancia dentro del equipo antes del 7 de octubre, tal y como se puede demostrar y hacer constar en sus estadísticas acumuladas durante los partidos disputados antes de estallar el conflicto.
Tanto el jugador como su agencia de representación fueron informados de que el club estaba buscando un sustituto y que, por lo cual, no jugaría y no iría convocado con el equipo. Entendimos que era un jugador joven y que podía encontrar sitio en otro equipo, ya que la Liga ACB se le había quedado demasiado grande para su juego.
Continuó entrenando junto a sus compañeros hasta el mismo momento en el que la poca implicación mostrada en los entrenamientos provocó un bajón en el ritmo de los mismos, por lo que no quedó otra solución que se ejercitase con el entrenador ayudante, Andrea Pecile, mientras se le buscaba una salida.
Cuando Yiftach Ziv habla de que no estábamos interesados en ningún momento en su vida personal es totalmente incierto. Se demuestra en varias ruedas de prensa de Pablo Pin, en las entrevistas a Óscar Fernández-Arenas y en las innumerables ocasiones en las que se le preguntó de forma directa por su situación personal y familiar.
En todo momento el club muestra interés por su situación. De hecho, en el viaje del equipo a Bilbao ya sabíamos que habían llamado a su padre y a su hermano para participar en el conflicto y esa misma mañana conocimos que parte de su familia estaba viajando hacia Gaza.
Es más, nos interesamos tanto en su seguridad que es incierto que tuviésemos un coche de policía en Bilbao, ya que contamos con la seguridad que nos proporcionaron hasta 3 coches de policía. Incluso, la policía estuvo presenciando el entrenamiento realizado en el pabellón tras solicitarlo el club de forma oficial a la Policía Nacional en Granada.
Nunca ha sido un problema para nosotros la nacionalidad del jugador, como se puede comprobar con la invitación que recibió el exjugador del Granada CF, Shon Weissman, que estuvo en el palco de autoridades del Palacio de Deportes presenciando un encuentro del Coviran Granada, ya con el conflicto iniciado.
Cuando el jugador explica que el presidente velaba por su seguridad propia y no por la de Yiftach Ziv también es totalmente incierto. El club siempre ha trabajado por la seguridad tanto del jugador israelí como por la del resto de la primera plantilla.
El club se interesó por la seguridad con la que contaba Shon Weissman y el Granada CF reconoció que se realizaba todo el procedimiento por medio de la embajada. La Fundación CB Granada puso en contacto a Yiftach Ziv con la embajada, pero el jugador mostró un nulo interés.
Cuando el jugador habla de antisemitismo y del miedo de hablar hebreo nos llama mucho la atención, ya que sabemos que en reiteradas ocasiones acudía a un casino de Granada y hacía vida social por la ciudad.
Desde el mismo momento en el que tuvimos conocimientos de las declaraciones del jugador al medio de comunicación hebreo reconocimos que eran totalmente inciertas y que no haríamos ninguna reacción a las mismas, ya que no es nuestra manera de actuar con jugador que han formado parte del club. A pesar de ello, no nos ha quedado otra opción que explicar de una forma breve y veraz algunos de los comentarios que aparecen en dicha declaración.”