Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha superado con muchísima autoridad al Casademont Zaragoza por un claro 109-68 para recuperarse de la mejor forma posible de la derrota en Euroliga ante el AS Mónaco.
El partido comenzó con la ausencia de Ricky Rubio. Tras volver a jugar con el Barça en Euroliga, el base de El Masnou deberá esperar para debutar una vez más en Liga Endesa, ya que se decidió que fuera junto Oscar Da Silva los descartes para el partido. Parecía que era un partido perfecto para que Ricky siguiera sumando minutos y sensaciones, pero se optó por un retorno a las pistas más conservador y lo cierto es que el Barça no necesitó de sus servicios.
Con un Willy Hernangómez (23 puntos, 14 rebotes, 4 asistencias para 43 de valoración) absolutamente imparable en la zona, el Barça no tardó en adueñarse del partido. El interior madrileño era la referencia en el ataque azulgrana y ni las múltiples y cambiantes defensas planteadas por Porfi Fisac evitaron que así fuera. Solamente Watt respondió en los maños durante la primera mitad, que se cerró con un claro 50-34.
El Barça ha dominado al Casademont Zaragoza gracias al mejor partido de Willy Hernangómez de azulgrana:
🔥 23 puntos
💪 14 rebotes
🎁 4 asistencias
🔝 43 de valoración
⏰ En tan solo 20:51 minutos en pista pic.twitter.com/B9QjTO6qTn— Eurohoops España (@EurohoopsES) March 3, 2024
No cambió mucho el asunto en el segundo tiempo y Roger Grimau siguió con el plan de partido: hacer rotaciones. Ricky no fue el único en tener descanso, ya que Satoransky no entró a pista y otros pilares del equipo como Vesely tuvieron una presencia testimonial.
Lo que tampoco cambió fue el pésimo porcentaje de tiro de los maños y que hoy Willy estaba disfrutón. El mayor de los hermanos anotaba de todas las formas posibles y fue junto a Darío Brizuela (16 puntos, 3 rebotes y 5 asistenicas) el culpable de que el partido se terminara en el tercer cuarto, ya que el 75-44 dejó todo absolutamente sentenciado.
El buen trabajo de Trae Bell-Haynes (15 puntos) y Dejan Kravic (18 puntos) solamente fueron sonrisas esporádicas para los visitantes, que no tuvieron opciones reales de asaltar el Palau en ningún momento.