Por Alex Molina /info@eurohoops.net
Decía Roger Grimau tras la victoria en el segundo parido de la serie ante el Olympiacos que ya vería como afrontaba el partido de hoy ante el Morabanc Andorra. El compromiso liguero es un gran estorbo en la serie más importante de la temporada y los azulgranas lo han encarado como se debía encararlo: con rotaciones… que no han terminado bien. Victoria de los del principado por 108-92 con la que los catalanes se quedan con un 21-10 de balance y los andorranos certifican matemáticamente su salvación.
El partido estuvo marcado por las expulsiones de dos jugadores culés. James Nnaji no aprovechó su oportunidad con las rotaciones y se marchó antes de tiempo por dos antideportivas. La fórmula que puso fin al partido de Jabari Parker fue la de técnica y antideportiva, retando a Harding a arreglar las cosas en el vestuario.
En lo que el baloncesto respecta, los locales llevaron siempre la batuta del juego. Con el propio Harding poniendo los puntos (máximo anotador con 20), la dirección de juego de Montero (14 puntos y 6 asistencias) y Luz (11 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias) y el acierto triplista de Andric (4/4 en triples), los locales mandaron siempre en el juego y el marcador. Precisamente el gran acierto exterior (12/21 para un gran 57%) fue una de las claves del partido, y es que si el acierto triplista de un equipo es casi el mismo que el de tiros libres del otro (15/24 para el Barça), muy poco tienen a hacer éstos.
Solamente Joel Parra y sus 22 puntos destacaron en el Barça, que concedió un pésimo 33-18 en el último cuarto y deberá mejorar mucho si quiere estar en la Final Four.