Nunca se rinden

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

El Unicaja de Málaga quiere ser primero de la Liga Endesa y ha logrado un triunfo en el Palau para ello. Victoria de los malagueños ante el Barça por 91-92, un triunfo que obliga al Real Madrid a ganar y que ha llegado en la última jugada del partido.

El partido empezó, inevitablemente, con la herida del miércoles aún abierta. El recuerdo de lo que pasó ante el Olympiacos flotaba en el Palau, bastante vacío hoy. El ambiente no era el mejor, por el horario y el disgusto europeo a pesar de que venía a Barcelona el segundo clasificado de la Liga Endesa, así que fueron los jugadores del Barça los encargados de poner la emoción. Darío Brizuela (14 puntos), olvidado en la serie ante los griegos y titular hoy, demostró su valía en unos primeros minutos marca de la casa, anotando un par de triples que significaron un fantástico 15-2 de salida para los culés. Poco tardó en unirse a la fiesta Jabari Parker, firmando unos minutos de gran acierto azulgrana que provocaron más de un “ya lo podrían haber hecho el miércoles” en la grada.

Abrumado por el gran inicio del Barça, el Unicaja no encontraba solución y no había atisbo de ese equipo enérgico y con mil armas para castigar al oponente, aunque todo cambió con el paso de los minutos. La posibilidad de correr le dio alas a los malagueños y con Carter (16 puntos) de adalid, los andaluces le dieron la vuelta al partido con el 40-42. Los nervios y las dudas volvieron a aparecer en la casa azulgrana, que logró cerrar la primera mitad con un 47-44 más que agridulce.

El paso por vestuarios no cambió mucho el panorama. Los jugadores del Barça no se entendían en ataque -Parker y Vesely discutieron visiblemente- y además el Unicaja aprovechaba los desajustes en defensa, donde los hombres de Grimau se enteraban todavía menos. Por suerte para ellos, Brizuela seguía inspirado y dedicándole todos sus triples a alguien sentado a pie de pista. Casualidad o no, con su viaje al banquillo fue cuando llegó el sorpasso visitante. Por mucho que Ricky Rubio (13 puntos y 4 asistencias) tuviera buenos minutos y conectara con facilidad con Willy Hernangómez, el Unicaja fue poco a poco aprovechando la apática defensa del Barça para ponerse por delante en el marcador, con todo el mundo aportando y Osetkowski poniendo el 66-67 con el que se llegó al finial del tercer cuarto.

Por primera vez en toda la tarde, el Unicaja estaba por delante y también el Palau hizo acto de presencia. Una clarísima falta a Willy que los árbitros no pitaron provocó la ira del público local y del banquillo azulgrana, que se ganó una técnica ya una vez finalizado el tercer periodo. A pesar de que los aficionados locales por fin ayudaban a su equipo, eran los visitantes los que mandaban tanto en el marcador como en las sensaciones. No hacía falta mucho para que el Unicaja creara ventajas en ataque y lo que es más importante, las aprovechara, por lo que el 71-75 ya bien entrado el último cuarto daba la sensación de que era hasta corto para sus intereses.

Por mucho que Parker reapareciera y volviera a poner al Barça por delante, el Unicaja supo una vez más aprovechar la pésima concentración defensiva del Barça. Puertas atrás, rebotes ofensivos, nula comunicación… Los despropóstos en defensa por parte azulgrana eran muchos, pero el último minuto fue cosa de ataques.

Jabari Parker puso el 89-87 a falta de menos de un minuto, un resultado que fue cosa de segundos ya que Kalinoski (12 puntos) respondió casi de inmediato con el 89-90. Satoransky no falló desde la línea para el 91-90 ni tampoco Perry en la acción posterior, colocando un 91-92 a falta de 8,4 segundos que ya no se movío. Todo el Palau sabía que la última sería para Jabari Parker (22 puntos) y también eran conscientes de ello los jugadores del Unicaja, que lo defendieron entre todos, como todo lo que hacen los de Ibon Navarro, para evitar la canasta y llevarse el triunfo del Pala.

 

Foto: FC Barcelona
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