Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Puede que lo de la Final Four fuera un duro golpe, pero el Real Madrid se ha recuperado de la mejor forma posible. Victoria blanca (97-78) en el primer partido de semifinales de la Liga Endesa ante el Barça. Claro triunfo de los de Chus Mateo que desde el minuto uno demostraron que son, al menos en España, el rival a batir.
El primer tiempo fueron veinte minutos en el que varios jugadores del Real Madrid protagonizaron casi todo el juego. El primero fue Campazzo (20 puntos, 10 asistencias y 31 de valoración). El MVP de la Liga Endesa se desquitó de su mala Final Four llevando al equipo en volandas en los primeros compases. No tardó a robarle el protagonismo Edy Tavares (18 puntos, 15 rebotes y 35 de valoración), que tampoco estuvo especialmente brillante en Berlín y parece que quiso celebrar su presunta renovación con el Real Madrid de la mejor forma posible. Con el binomio blanco brillando, los locales cerraron el primer cuarto con un 24-14 que hablaba por sí solo, pero no tardó en llegar la reacción azulgrana.
Con un gran Oscar Da Silva y a pesar de un desastroso porcentaje en triples, los de Grimau fueron poco a poco recortando distancias hasta incluso ponerse por delante en el marcador con el 30-31. El gran trabajo de Alberto Abalde sobre Nico Laprovittola lo aprovechó Ricky Rubio para dirigir a los suyos a la perfección, pero un arreón final del Real Madrid lo cambió todo… con otro hombre llevándose todos los focos. Guerschon Yabusele firmó un tramo final de primera parte sensacional, anotando ocho minutos en el cuarto y poniéndole la guinda perfecta a la reacción blanca (44-36).
Si el final de la primera mitad fue bueno para el Real Madrid, mejor aún fue el comienzo de la segunda. Con un parcial acumulado de 28-5, los blancos se marcharon en el marcador hasta el 61-38. La desconexión y fallos de concentración del Barça eran cada vez peores y solamente un fugaz momento de inspiración de Laprovittola permitió al Barça mantenerse en el partido, recortando la desventaja hasta el 64-51 gracias en parte a también a la zona planteada por Roger Grimau. El festival de despropósitos arbitrales, castigando a ambos bandos por igual, mantuvo las cosas equilibradas y fue Ricky Rubio (8 puntos, 10 asistencias y 22 de valoración), que firmó el que probablemente sea el mejor partido desde su retorno, el que permitió que la desventaja para el Barça se quedara en diez puntos al finalizar el tercer cuarto (72-62).
Los azulgranas incluso bajaron de los diez puntos abajo con el 72-64 nada más comenzar el último cuarto, pero ya habíamos dicho que el de hoy ha sido un partido de protagonistas. Sergio Llull encadenó cuatro triples consecutivos marca de la casa para volver a poner tierra de por medio (84-69) y hacer imposible una segunda reacción culé.