Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Si alguien pensaba que lo de Berlín tendría algún tipo de efecto en el Real Madrid, estaba muy equivocado. Los blancos se han metido en la final de la Liga Endesa de la mejor forma posible, endosándole un 3-0 al Barça tras el 92-95 de hoy.
La primera novedad del partido llegó antes del mismo. Roger Grimau se cansó del nefasto final de temporada de Nikola Kalinic y lo dejó fuera de la convocatoria. Su lugar en el quinteto lo ocupó Joel Parra, cuya entrega a la hora de defender a Tavares en el cambio fue importante para el buen comienzo azulgrana, pero el Real Madrid tenía otros planes. Al ritmo del caboverdiano, tan ejecutor como distribuidor, y de Campazzo, los blancos comenzaron a abrir brecha en el marcador. Del 7-14 se pasó al 17-27 y de ahí al 20-33, instantes antes de que llegara la jugada que marcó el tercer asalto entre Real Madrid y Barça.
A falta de 7:56 para que terminara el segundo cuarto, Jan Vesely se marchó exuplsado por una técnica, que sumada a una antideportiva anterior, puso punto y final a su partido. La explusión del checo, uno de los pilares locales, podría haber sido una cornada mortal a un equipo que comenzaba a ver como las vacaciones se acercaban peligrosamente, pero la reacción local fue brillante. Con un Jabari Parker (27 puntos y 6 rebotes) por fin protagonista y la versión más triplista de Willy Hernangómez (17 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias), el Barça recortó distancias hasta el 45-46. Solamente Yabusele (11 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias) y su gran segundo cuarto pudieron evitar que la reacción azulgrana fuera más importante, cerrando la primera mitad con un 45-49 a favor de los blancos.
El cambio de chip azulgrana nos regaló una segunda mitad más igualada imposible. La brillantez de Jabari Parker fue contrarrestada por la irrupción de Dzanan Musa (14 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias), que despertó tras el paso por vestuarios para pemitir que su equipo no se viera sobrepasado por el gran momento del Barça. Con más corazón que cabeza, los de Grimau incluso se marcharon al último cuarto con la mayor ventaja a su favor, un 76-72 cortesía de Ricky Rubio y sus primeros puntos del partido.
Obviamente no iban a cambiar las cosas en el último cuarto. El fantasma de la prórroga hizo acto de presencia en el Palau y a pesar un impresionante triple de Laprovittola, fue el Real Madrid el que llegó al último minuto de partido por delante: taponazo de Tavares (13 puntos y 5 rebotes) y canastón de Campazzo (21 puntos y 6 asistencias). No solamente fue el argentino el que rompió el empate, sino que también colocó el 90-94 en el marcador que sentenció el triunfo blanco.