La historia no cambia

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

El Real Madrid ha vuelto a demostrar que es el rey de la Supercopa. Los blancos se han impuesto al Barça por 89-83 y lucharán, una vez más, por el primer título de la temporada, el séptimo de forma consecutiva en su cuenta particular en caso de superar al ganador del Unicaja de Málaga – UCAM Murcia.

A pesar de los importantes cambios que ha habido en ambas plantillas, el plan de partido no cambió mucho. Por mucho que las caras sean nuevas, todos los jugadores del parqué se conocen y aún más sus entrenadores. Chus Mateo sabía de los problemas que tienen los bases para tirar de tres sobre bote, por lo que planteó pasarle por detrás todos los bloqueos a Juan Núñez y Tomas Satoransky, una opción defensiva que dio sus frutos ya que el ataque azulgrana cortocircuitó. No se quedó corto de scouting Joan Peñarroya, que intentó castigar al máximo la quizás única posición débil de los blancos, la de ala-pívot, con un Jabari Parker (17 puntos y 5 rebotes) certero en el triple y letal a pista abierta.

Pero no fue ninguno de los protagonistas principales los que brillaron en la primera mitad. Tras unos primeros minutos de desacierto, airballs y poco acierto, ambos equipos se desmelenaron y la segunda unidad se hizo con el partido. Abalde e Ibaka por parte madrileña y Brizuela (14 puntos) junto a Anderson por parte azulgrana llevaron el partido hasta un igualado 41-42 al descanso.

La irrupción anotadora de Campazzo y los triples de Hezonja hicieron golpear primero al Real Madrid tras el descanso. Los blancos salieron con una marcha más en el tercer cuarto y unos pocos minutos de inspiración ofensiva les valieron para lograr la primera ventaja de dos dígitos con el 58-48. Solamente Jabari Parker mantenía el tipo en los azulgranas, que aguantaron el derechazo del vigente campeón e incluso terminaron el tercer cuarto con buenas sensaciones: los triples de Abrines, Brizuela y la aparición de Willy significaron un 67-61 que podía considerarse positivo en can Barça.

Pero si el tercer cuarto fue del Real Madrid, el último fue del Barça. A pesar de verse por debajo en el marcador con el 69-61 y estar muy cerca de romperse irremediablemente el partido, los de Peñarroya no se rindieron y lograron darle la vuelta a la situación. No fue ningún parcial demoledor, fue más bien un poco a poco que terminó con el partido igualado a 75 (parcial de 6-14 para el Barça) y un final de encuentro igualado a más no poder. Con empate a 80 ya en el último minuto, Campazzo (76 puntos, 6 asistencias y 32 de valoración) le hizo un último regalo a Tavares (11 puntos y 6 rebotes) para que pusiera el 82-80. Ahí no se terminó el minuto mágico del argentino, ya que él fue quien robó el balón y terminó el contraataque que supuso el 84-80 en el marcador. Ahí se terminaron las opciones del Barça, que no pudo superar la barrera de las dos posesiones y terminó cayendo por 89-83.

Foto: ACB
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