Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Real Madrid encaraba el duelo con el Casademont Zaragoza con ciertas urgencias. Las tres derrotas consecutivas planeaban por sobre del Wizink y aunque es temprano para encender las alarmas, una derrota habría enrarecido aún más el ambiente. Por suerte para los blancos, el triunfo por 101-95 ha cumplido con el objetivo del día, pero la forma en que ha llegado no ha solventado las dudas con el equipo.
La lógica nos dice que los maños no lucharán por estar en las primeras posiciones de la clasificación, pero los de Fisac han llegado a la capital española dispuestos a firmar el 2-0 en su cuenta particular y muy cerca han estado de conseguirlo. Con el rejuvenecido Dubljevic (18 puntos) al mando y sus escuderos exteriores Bell-Haynes (21 untos y 4 asistencias) y Spissu (17 puntos y 5 asistencias), el Casademont Zaragoza ha estado siempre a tiro de parcial de darle la vuelta al encuentro. Solamente en el tercer cuarto ha logrado el Real Madrid tener una ventaja de dos dígitos en el marcador, de diez en ambos casos, una incapacidad de romper el partido por parte local que los visitantes han explotado al máximo.
Pero a pesar de que el partido ha estado muy igualado, la sartén era propiedad de los de Chus Mateo, que ha visto como las dos unidades han salido al rescate del equipo. Puede que Musa (18 puntos, 7 rebotes y 28 de valoración, Campazzo (7 puntos y 8 asistencias) y Hezonja (13 puntos y 5 rebotes) hayan sido los más destacados, pero también ha sido vital la aportación de Deck, Ndiaye (10 pnuto s y 6 rebotes) y Feliz (13 puntos), capaces de contrarrestar el sorprendentemente mal partido de Tavares (expulsado por faltas con un 3 de valoración). Pero ni estas actuaciones evitaron que el regusto fuera amargo. Una nueva ventaja de diez puntos se esfumó en el último minuto. El triunfo estaba ya cerrado, pero cómo llegó… pudo ser mejor para los locales.