Por Alex Molina / info@eurohoops.net
La primera semana de doble jornada Euroliga se ha cerrado con un partidazo por todo lo alto. Barça y Baskonia se han visto las caras para cerrar la cuarta jornada de la Liga Endesa y el duelo ha terminado con victoria visitante por 89-93.
El Baskonia se plantó en el Palau totalmente en cuadro. Las lesiones de Rogkavopoulos, Sedekerskis, Raieste y la condición de extracomunitario de Baldwin dejó a Pablo Laso con tan solo nueve jugadores en la rotación. A pesar de que el panorama no invitaba al optimismo, y más llegando a una pista tan complicada después de una doble jornada Euroliga, los de Vitoria controlaron el partido de inicio. La defensa del bloqueo directo del Barça hacía aguas por todos lados y ni siquiera fue necesario que entrara en acción Markus Howard para conseguir las primeras ventajas. El 11-17 que tenía el Baskonia en el primer cuarto llegó con el norteamericano sin lanzar a canasta, una situación sin duda esperanzadora y más teniendo en cuenta que secundarios como Ndiaye (11 puntos y 4 rebotes) o Diop (6 puntos y 6 rebotes) estaban cuajando un fantástico encuentro.
Por suerte para el Barça, la entrada de las segundas unidades fue mucho mejor para los locales. La actividad de Metu (14 puntos y 3 rebotes) y los buenos minutos en ataque de Núñez permitieron darle la vuelta al partido, logrando incluso encadenar algunos minutos de buenos ataques y defensas. La sensación de que el partido, tarde o temprano, se ganaría se volvió a instalar en el Palau… pero duró muy poco. Metu se creció e intentó convertirse en protagonista de todas las formas posibles, pique incluido con Moneke (14 puntos). La sobreexcitación de sus jugadores no era el único dolor de cabeza para Peñarroya, que además vio como el Baskonia se volvía a marchar en el marcador con el 32-39 tras el primer triple de Howard.
El 38-41 con el que comenzó la segunda mitad casi que fue la mejor noticia posible para el Barça. Lo mejor del partido estaba siendo el resultado y el Baskonia salió mucho mejor de los vestuarios. En un visto y no visto y aprovechando la pésima concentración local, los visitantes pusieron en el luminoso un 38-48, una diferencia de dos dígitos nunca antes vista pero que duró muy poco gracias a la labor arbitral. Pero no por decisiones a favor del Barça, todo lo contrario. Una antideportiva más que dudosa en contra de Núñez –qué solísimo ha estado Pérez Pizarro hoy- fue lo que encendió al Palau. Los puntos los puso Parker, sí, pero la magia del templo azulgrana fue el principal culpable de que el partido volviera a la normalidad con el 50-52. Volver a estos guarismos era lo más lógico del mundo, por lo que ambos equipos se intercambiaron golpes hasta que Luwawu-Cabarrot (18 puntos y 4 asistencias) volvió a abrir brecha con dos triples seguidos para el 62-68.
Ya en el último cuarto, el momento Forrest (19 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias para 27 de valoración) permitió a los de Vitoria volver a recuperar la ventaja de dos dígitos. Dos dos más unos del norteamericano, en el que sin duda fue su mejor partido con el Baskonia, significaron un 68-78 que los visitantes trabajaron mucho para lograr. Parecía que el cansancio y la fatiga acumulada terminaría pasando factura a los de Laso, pero fue el Barça el que tuvo problemas físicos. Laprovittola tuvo que marcharse a los vestuarios tras un mal aterrizaje. El argentino se marchó sin poder apoyar el pie y todo apunta a una lesión importante en la rodilla.
Por mucho que Parker (19 puntos y 4 rebotes), Punter (12 puntos) y Anderson (12 puntos) lo intentaran, la diferencia en el marcador era demasiado grande como para que el Barça pudiera recortarla. Tras su mejor noche como azulgrana, Punter falló una opción clarísima para empatar el encuentro a 91, un error que dejó sin opciones de triunfo al Barça.