Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Parecía que la derrota ante el Armani Milán tenía que ser un antes y un después. No era la primera vez que el Barça caía de forma contundente, pero tras el 5-30 en el tercer cuarto que decidió el encuentro ante los italianos, hubo mucha autocrítica en el equipo. El ambiente en el vestuario era de funeral y Justin Anderson habló el día después de que hubo conjura y que dependía de ellos que no volviera a pasar. Pues 48 horas después de la debacle en el Palau, la historia se ha repetido en Zaragoza.
El Barça ha caído por 108-95 ante los maños, un partido en el que absolutamente todos los problemas que ha ido teniendo el Barça durante la campaña se han acentuado. Willy Hernangómez no está (2:39 minutos en pista), la defensa tampoco (encajando más de 100 puntos y con varios jugadores rivales haciendo los partidos de sus vidas) y el desquicie y la desesperación apoderándose del equipo… y con Joan Peñarroya sin encontrar respuestas.
Por si el panorama no fuera desolador, también se ha repetido una pésima costumbre azulgrana: firmar terceros cuartos que rozan lo lamentable. En un visto y no visto, el partido ha pasado de estar relativamente controlado (46-53) a totalmente perdido (65-55). El 19-2 de parcial ha llegado de forma inevitable y esos dos míseros puntos desde la línea de tiros libres tras las dos técnicas de Porfi Fisac. El entrenador local ha visto gran parte del buen partido de Sulejmanovic (26 puntos y 5 rebotes) pero se ha perdido gran parte de la de Trae Bell-Haynes (35 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias para 37 de valoración), aunque no ha tardado en tener compañía en el rincón de los expulsados.
Tomas Satoransky es probablemente el jugador que más expresa la frustración del equipo a estas alturas de temporada. El checo, siempre señalado, ha sido expulsado tras dos técnicas que solamente pueden ser fruto de la impotencia al ver que las cosas no van bien, sus quejas no eran por lo de hoy. A pesar de una ligera reacción visitante, con Abrines, Punter y Brizuela (18 puntos cada uno) como referentes, el triunfo local ha sido incontestable, siendo los protagonistas de una nueva decepción azulgrana.