Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
El Real Madrid ya es otro. Siete victorias en los últimos ocho partidos y cogen ritmo en el inicio de año. Triunfo ante Baskonia a domicilio (82-89) frente a un equipo vitoriano que apretó en todo momento y se acercaron en los momentos finales. En vistas de la Copa y la parte fundamental de la temporada regular de Liga Endesa y Euroliga, los de Chus Mateo encajan las piezas. Y con 10-4 de récord.
Dzanan Musa hizo de estrella (29 puntos, 5/5 en triples) y el Madrid voló fuera de casa para confirmar el cambio de chip y asustar al resto de competidores. Con un primer cuarto espectacular y la experiencia de jugar los minutos finales (y un triple fundamental de Hezonja para el 80-87), los blancos vuelven a competir y ya son otros.
El partido comenzó con un vendaval de los visitantes. Baskonia no podía parar las acometidas blancas, con el bosnio y Campazzo liderando las tropas de Chus Mateo. Acierto exterior, ritmo rápido y un talento individual que es difícil de igualar en el baloncesto español. Tavares hizo lo suyo cerca del aro, y la defensa fue clave para que los de Pablo Laso no cogieran ritmo. El primero mostraba un 18-28 que desataba murmullos en el Buesa Arena.
Markus Howard tuvo que marcharse lesionado en su rodilla izquierda y no volvió al partido. Reapareció con hielo en la parte del dolor y muletas que no vaticinaban nada bueno a corto plazo. Pero Baskonia respondió sin su estrella. Con Moneke apareciendo y moviendo el balón para romper la barrera firmaron minutos que volvieron a enchufar al público. El 39-47 al descanso era engañoso para los de Chus.
Un intercambio de canastas en el tercero, con Musa volviendo a ser protagonista, y Abalde, Hezonja y un buen Garuba entrando al partido, daba espectáculo entre dos de los mejores equipos ofensivos del baloncesto europeo. Baskonia, que venía de caer en los últimos segundos en casa ante Estrella Roja en la pasada jornada de Euroliga, no quería repetir los fantasmas y dejar con vida al rival.
El nivel defensivo subió por parte de los dos equipos, Pablo Laso exigía más a los suyos desde la contra, que quería hacer daño en transiciones. El estático se les atragantó con las ayudas blancas, y el Madrid se sentía cómodo buscando a Tavares, cargando el rebote ofensivo y confiando en ese buen acierto que tantas alegrías le ha dado en las últimas semanas.
En el último cuarto Baskonia apretó y puso las cosas difíciles (78-82). Subieron el nivel defensivo, con Trent Forrest desatando su buen 1vs1 y penetrando hacia el aro sin pensarlo. Un triple de Hezonja (80-87) a falta de 25 segundos silenció el Buesa Arena, que confiaba en la remontada de los suyos.
El Madrid se iba de Vitoria con triunfo (82-89), la séptima en los últimos ocho partidos. Con la Copa en la mira en las últimas semanas, la segunda vuelta de la Euroliga y el tramo más complicado de la temporada en juego, el Madrid es otro y ya asusta. Las sensaciones son diferentes y las estrellas toman protagonismo.