Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
El Real Madrid tuvo que sudar sangre para sacar la victoria de Granada (79-84) ante un Covirán sobresaliente. Los de Pablo Pin, sensacionales a nivel ofensivo, no pudieron competir en los instantes finales ante los blancos, que se pusieron por primera vez por delante en el partido a falta de un par de minutos.
Mario Hezonja (23 puntos, 8 rebotes), encendió la mecha de un Real Madrid que llegó a perder de más de 10 puntos durante gran parte del duelo. Por parte de los locales, Amine Noua firmó 18 puntos. Los nazaríes pelearon hasta el final, pero no pudieron evitar su cuarta derrota seguida y seguir en la parte baja de la Liga Endesa.
El Covirán Granada comenzó como un misil. Con un 11-2 de parcial y un público entregado, el acierto vaticinaba la facilidad ofensiva que luego terminó por confirmarse. Dos puntos en los primeros tres minutos para un Real Madrid al que no le entraban los tiros de las esquinas. Hezonja ofreció soluciones sin balón y una intensidad superior. Noua, tercer máximo anotador de Liga Endesa, era el gran líder de los andaluces en ataque.
El rebote ofensivo daba vida al Madrid, pero las transiciones hacían mucho daño (15-8). Garuba y Campazzo se entendían en los bloqueos. Bamforth volvió a meter al público en el partido y los de Pablo Pin cerraban el primer cuarto 25-18 y con un buen 3/5 desde el triple.
Ubal y Vicedo tomaron protagonismo en Covirán, y el Madrid perdonaba cerca del aro en bandejas claras. Los de Chus Mateo acumulaban pérdidas y los triples no terminaban de entrar en tiros claros (40-28). Muy incómodos en estático y sufriendo para crear ayudas en defensa frente a un inconmensurable ataque nazarí.
Los últimos minutos de la segunda mitad se embarraron, con continuas faltas y protestas, y Noua volvió a enchufarse para salvar momentos de dudas de los locales. Campazzo y Musa lo intentaron, pero parecía imposible. Rousselle demostró un acierto sensacional desde fuera para animar a los suyos en el camino a vestuarios (48-38). Y el Granada, con más hambre en la pista.
Los andaluces se crecieron con su público entregado. A los de Chus Mateo se les empezó a notar el cansancio de jugar dos días antes en Vitoria, y los de Pablo Pin querían aprovecharlo con un Madrid que volvió a acumular varios minutos sin anotar y sin ideas en ataque (53-42). El rebote ofensivo dio vida a los blancos, y subieron el nivel en defensa.
En una montaña rusa constante en Granada, los dos equipos dejaron unos minutos entretenidos para el público. Hezonja tiró de orgullo para hacer la batalla por su cuenta y acercar a los suyos. Pero los de Pablo Pin supieron resistir y sacar los dientes cuando era necesario para mandar 64-56 antes del último cuarto.
Hezonja al rescate
Hugo González dio otro aire en defensa y ataque, y las buenas posesiones de Ibaka daban respiro a Tavares. A Granada le salían las canastas imposibles fruto de la confianza (68-62) para alejar a un Madrid que ya apretó el acelerador. Campazzo lo igualó (75-75) a falta de tres minutos y los murmullos empezaron a aparecer en el pabellón.
Los nazaríes no tiraban la toalla y obligaron a malos tiros a un Madrid acelerado. Un superlativo y heroico Hezonja arrasó con un 2+1 que daba alas a los actuales campeones (77-82). El Madrid defendió cuando era necesario y sellaron un triunfo más que sudado (79-84). Victoria de mérito, 48 horas después de ganar en Vitoria.
Hasta el final no tuvieron la ventaja, pero los de Chus Mateo supieron competir en los momentos decisivos. Hezonja, fundamental con una actuación estelar: 23 puntos, 8 rebotes, y la capa de líder en los momentos importantes. Decisivo para coger ritmo con la mira puesta ya en Kaunas (viernes 10 de enero, 19:00h). En Liga Endesa, 11-4 y con la confirmación del cambio de chip.