
Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha logrado derrotar al Casademont Zaragoza para seguir con la buena dinámica de resultados. No ha sido la más plácida de las victorias para los de Peñarroya, ya que como el 97-95 final indica, ha sido un partido igualadísimo, pero los azulgranas han logrado sumar un triunfo para encarar una semana clave en Europa.
Estaba el partido perfecto para que el Barça disfrutara de una plácida tarde. Entrada discreta pero con muchos niños en la grada, turno temprano de la tarde de domingo y con la última semana de doble jornada Euroliga a la vuelta de la esquina. Daba la sensación de que el Barça, y Peñarroya el primero, estaba pensando más en los compromisos europeos que en el partido de Liga Endesa y el Casademont Zaragoza lo aprovechó.
En el primer cuarto, jugadores como Willy, Sarr, Raúl Villar y Fall ya habían entrado a pista, señal inequívoca de que el partido de hoy lo tendrían que tirar adelante los secundarios…. pero solamente dos de ellos dieron la talla en la primera mitad. Fall (12 puntos y 3 rebotes) y Sarr (10 puntos, 4 rebotes y 2 tapones), grandes amigos fuera de la pista y hoy socios en ella, fueron de lo poco salvable en la primera mitad azulgrana, que vio como Metu volvía a su versión más fallona, Parker a la anárquica y Punter no entraba en ningún momento en dinámica. ¿Y el Casademont Zaragoza? Pues a lo suyo. Fisac logró que las rotaciones, siempre con Dubljevic, Yusta (13 puntos) y Sulejmanovic (16 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) como pilares, mantuvieran el ritmo y el nivel de acierto, por lo que las grandes ventajas no tardaron en llegar. A mitad del segundo cuarto, los maños ya mandaban por 13 con el 32-45, unos dos dígitos de ventaja que lograron mantener hasta el descanso gracias al triple sobre la bocina de Spissu (15 puntos).
Por mucho que Satoransky se viera obligado a entrar a pista, inédito hasta ese momento, el arranque de segundo tiempo no cambió nada en el partido. Hacía falta poquísimo para desestructurar la defensa del Barça, que era incapaz de defender el bloqueo directo central y que vio como la diferencia en el marcador se disparaba hasta los catorce (42-56). Willy Hernangómez (10 puntos y 5 rebotes) seguía sumando, sí, pero también lo hacían Yusta y Watson (14 puntos) para que la ventaja maña fuera casi siempre en las dos cifras. Este casi fue un 63-67 que tan solo fue un espejismo, ya que dos triples seguidos de Spissu y Slaughter devolvieron el partido a su cauce normal: cómoda ventaja para el Casademont Zaragoza.
Pero hoy ha sido día de granizo en Barcelona, aunque donde más ha llovido ha sido en el Palau. El 68-77 con el que empezó el último cuarto invitaba al optimismo zaragozano, pero todo cambió en un visto y no visto. El Barça dio una lección de carácter y remontó hasta el 83-80 para alegría de los centenares de niños que abarrotaban el Palau, que vieron como Metu (16 puntos) y Punter resucitaban en el mejor momento posible. Llegar empatados a 83 a falta de poco más de tres minutos era un escenario casi impensable en ambos banquillos, pero el Barça era el que llegó con mejor inercia y se notó. Con los dos norteamericanos en estado de gracia, autores de 20 de los 29 puntos del Barça en el último cuarto, los de Peñarroya lograron sobrevivir al intento de remontada aragonesa, aunque hubo susto final. Punter perdió el balón, pero ahí estaba Jabari Parker (14 puntos) para colocar el tapón salvador con el que se certificó el triunfo local.