Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
¡Por ello nos gusta el baloncesto y la Copa del Rey! Un juego de cuartos de final con la intensidad de una final en la que el Gran Canaria se clasificó para las semifinales tras ganar al Valencia por 83 – 78. Pablo Aguilar terminó el partido con 16 puntos para los ganadores, mientras que Kevin Pangos sumó 9 puntos y 8 asistencias. Para el bando perdedor, Fernando San Emeterio anotó 17 puntos.
Tal encuentro sólo podría haber sido decidido en el último minuto. Cuando con todo estaba en juego, Kevin Pangos combinó su gran habilidad pasadora con un enfoque nítido para dar una casi perfecta asistencia a Xavi Rabaseda que hizo el 76 – 79 para el Gran Canaria a falta de 32 segundos para el final. Antoine Diot no pudo empatar el partido desde línea de tres, con el base canadiense simplemente acabando su tarea con 2/2 tiros libres. El torneo se ha acabado para el líder de la clasificación de la ACB, pero para el equipo de Las Palmas sólo ha comenzado.
Había enormes altibajos, cambios del estado de ánimo, períodos en los que ambos equipos parecían atascados o en racha. El Valencia controló el primer cuarto ganando una ventaja de dobles dígitos, sin embargo, un increíble parcial de 0-21 en el tercer cuarto puso al Gran Canaria por delante en el marcador e hizo que ambos contendientes llegasen al descanso con un empate en el marcador.
De salida, el equipo taronja mostró su determinación con Justin Hamilton y John Shurna poniendo a su equipo por delante con 65 – 57 antes del cuarto decisivo. El entrenador Reneses confió el manejo del juego al veterano Albert Oliver que mandó el ritmo de su equipo de manera brillante, repartiendo aún mejor las asistencias. Las jugadas de bloqueo y continuación que puso complicaron la vida de los valencianos e hicieron que el Gran Canaria regresase de nuevo al partido.
Los esfuerzos de los de Martínez para mantener el liderazgo a base del tiro exterior no dieron resultado, ya que los valencianos fallaron sus tiros abiertos. El riesgo asumido por el Gran Canaria para conceder esos tiros a ciertos jugadores, como Justin Hamilton, y mantener su pintura protegida fue justificado. Por otra parte, parecía que sus jugadores confiaban más en sí mismos, lo que se manifestó en unas jugadas claves que les llevaron a la victoria.