Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
El Real Madrid logró el primer punto de la final tras derrotar al Barça con claridad por 87-67, espantando así los fantasmas que le han atormentado esta temporada ante el equipo de Svetislav Pesic.
El Madrid fue sinónimo de dureza. Regalaba los rebotes en ataque, pero volvía a defender con dureza. Perdía el balón en ataque, pero recuperaba rápido la marca… para defender con dureza. Y si hay un jugador que es sinónimo de dureza ese es Facu Campazzo. 19 puntos y 4 asistencias para el primer jugador que empieza a oler a mejor jugador de la final.
Thomas Heurtel (14 puntos con 4 de 11 en tiros) acaparó todos los titulares previos a la final. Y con razón. El mejor jugador en lo que llevamos de playoff amenazaba a un Real Madrid al que suele hacer daño. Para prueba, dos MVPs en dos Copas del Rey. Sin embargo, la dureza rival le pasó factura y no pudo dirigir el ataque como acostumbra.
Los blancos lograron ventajas pronto y, en partido cuya anotación disminuía por momentos, con su defensa tenía las de ganar. Y así fue.
Quizás los mayores momentos de nervios del Madrid llegaron cuando se vieron 20 arriba, en el último cuarto (74-54). El clásico apagón del equipo de Pablo Laso fue de apenas dos minutos, pero suficiente para que un murmullo se escuchara en el Palacio cuando Heurtel pudo poner la diferencia por debajo de los 10 puntos. Pero el mando era de Campazzo, que pausó el ritmo y cerró el primer punto. Hasta el lunes.
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