Bertomeu usará los clubes como escudo

Por Nikos Varlas/ varlas@eurohoops.net

La FIBA ha decidido recuperar lo que perdió hace 15 años, la mejor liga del mundo por detrás de la NBA. Sin embargo, la era moderna de la Euroliga tiene sus propias relaciones después de muchos años de colaboración con los mejores clubes europeos y especialmente las potencias más grandes del baloncesto europeo. La Euroliga está lista para reaccionar, se prepara para cualquier posibilidad y tiene listo su propio escudo de protección para su proyecto.

Es por eso que el CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu hizo ayer su primer paso importante reuniéndose con los representantes de los principales clubes europeos en Barcelona. Según fuentes del Eurohoops todos los grandes clubes respondieron al llamamiento de Bertomeu y se llevaron a cabo unas conversaciones productivas sobre asuntos financieros. Los clubes quieren más ingresos, hay un gran margen para mejorar y crecer y Bertomeu explicó sus propuestas específicas sobre el asunto.

También les pidió a todos los representantes que presentaran sus propias demandas o ideas y que las pusiesen sobre la misa mesa para que fueran discutidos. Si son aprobados por la mayoría de los clubes, la Euroliga pondrá en marcha el proceso, al igual que pasó muchas veces en el pasado reciente.

En resumen, Bertomeu hizo lo que cada club esperaba de él. Se refirió a las perspectivas de nuevos y mayores motivos financieros y también demostró que todavía está abierto a cualquier sugerencia y colaboración con el fin de mejorar el producto de la Euroliga.

En este punto, todas las grandes marcas de la Euroliga (Real Madrid, Barcelona, ​​CSKA de Moscú, Olympiacos, Fenerbahce/Ulker, Anadolu Efes, incluso Panathinaikos y Maccabi Tel Aviv, que se considera que tengan el punto de partida más neutral para discutir con cualquier parte) parecen ser más cerca de la posibilidad de apoyar el statu quo y el trabajo con la actual administración con el fin de obtener más ingresos. Tras el final de la temporada habrá otra reunión por parte de la Euroliga donde será discutido el mismo asunto.

¿Cómo se podría cambiar la situación? Sólo si la FIBA ​​presenta un proyecto específico que ofrezca grandes motivos financieros garantizados a los clubes que en esencia son la Euroliga.

La FIBA colabora con las federaciones

Hoy en Ginebra le ha tocado a la FIBA ​​sostener su propia reunión. Sin embargo, ningún club ha sido invitado excepto la federación de los países que pueden influir en los mejores equipos y empujarles hacia una nueva versión de la Euroliga bajo la égida de la FIBA.

La FIBA parece estar planeando en detalles cómo sería posible empujar a cada club hacia una nueva liga usando como palanca de mando las federaciones locales. El siguiente paso será invitar a los clubes y presentarles el nuevo plan. Hasta ahora ha habido muchas reuniones informales con los representantes de los equipos, pero no se ha tomado ninguna decisión oficial.

Por el momento, los grandes clubes de Europa – que con su participación o no prácticamente deciden el futuro de cualquier competencia – no tienen nada en sus manos y no conocen el plan exacto de la FIBA. Por supuesto que no tienen idea de las posibles ganancias financieras de la transición a la “nueva” o “alternativa” la Euroliga.

Eso puede significar dos cosas: 1) La FIBA ​​aún no está lista para presentar un plan específico. Es por eso está en el aire la idea de usar el Eurochallenge de la próxima temporada como una “plataforma de prueba” para la nueva Euroliga. La pregunta es con qué equipos. 2) Hay un plan en una etapa avanzada, que por el momento se mantiene en secreto y que se presentará en el momento oportuno y de una manera que limitará la posible reacción de la Euroliga cogiéndola desapercibida.

Es obvio que las cosas están ahora en un punto muy crucial y el Eurohoops seguirá informándoles de cada paso clave dado por los dos principales actores del tablero de ajedrez del baloncesto europeo.

Por el momento parece que la FIBA ​​tenga mucho trabajo que hacer para cambiar las cosas, especialmente en comparación con lo que ocurrió cuando la Euroliga se convirtió en una organización independiente de la FIBA, en 2001. Sin embargo, al poco tiempo las cosas pueden cambiar. Esto es obvio por la actitud de la federación de baloncesto mundial hacia los clubes de ex Yugoslavia que fueron informados de que tuvieran que dejar la Liga Adriática, o de lo contrario sus equipos nacionales se les podría negar la participación en los Juegos Olímpicos de 2016. La alternativa que ofrece la FIBA ​​ para la Liga Adriática es ser controlada por las federaciones locales o, de lo contrario, la federación debería organizar su propia “Liga Adriática”, que estará bajo la influencia de la FIBA ​​y no será un estrecho colaborador de la Euroliga, al igual que está ahora.

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