Por Nikos Varlas/ varlas@eurohoops.net
Se espera que el 6 de mayo, durante el gran encuentro de la Euroliga en Estambul, los grandes clubes europeos y las ligas nacionales hagan unos anuncios importantes. En este punto parece casi seguro que la próxima temporada de la Euroliga se mantendrá como es. Sin embargo aún nada se puede decir de la temporada 2016-17.
El verano de 2017 también se esperan unos cambios importantes en la NBA, un convenio de negociación colectiva y un límite salarial. ¿Pueden esas dos cosas muy diferentes tener alguna relación entre sí? Directamente no, pero indirectamente sí… Es cierto que tras el nuevo acuerdo sobre los derechos televisivos la NBPA, la unión de los jugadores de la NBA, ejercerá su derecho de retractarse del CNC e incluso bajo el acuerdo se espera que el límite salarial actual supere los 100 millones de dólares estadounidenses.
¿Qué tiene que ver esto con la Euroliga?
Veremos a muchos más jugadores europeos ir a la NBA, porque la brecha financiera en los contratos entre las dos ligas será difícil de cubrir incluso por los clubes más ricos de Europa.
La FIBA prepara su contraataque con el fin de recuperar el control de la liga de baloncesto más importante del mundo por detrás de la NBA y hasta ahora han sucedido dos cosas. La primera reunión entre la federación nacional en Ginebra y algunas reuniones informales entre funcionarios de la FIBA y representantes de los grandes clubes europeos.
La FIBA promete que si los clubes deciden abandonar la actual estructura empresarial de la Euroliga, los datos financieros serán mucho más lucrativos y poniendo como ejemplos los ingresos de los últimos dos equipos de las competiciones nacionales, el Eurobasket 2013 y el Mundobasket 2014 de la FIBA. Sus propuestas son hasta ahora de forma oral y son las siguientes:
- En total, los clubes que participen en la “nueva” Euroliga compartirán la cantidad de 150 millones de euros, una cifra que es cinco veces más grande que los ingresos provenientes de la actual Euroliga.
- Los partidos de la Euroliga se llevarán a cabo de nuevo el miércoles y el jueves y no el viernes. A pesar de que los partidos del viernes han demostrado ser una innovación lucrativa, muchas ligas nacionales no quieren formar su calendario de acuerdo con los partidos del viernes, al igual que ocurre en España con la Liga Endesa.
- La FIBA también quiere incluir a más países en la “nueva” Euroliga, probablemente “cerrando” el número de clubes que cada país pueda tener en la liga sin considerar los logros de cada club e independientemente de su país de origen, al igual que ha ocurrido hasta ahora con la Euroliga. Sin embargo, también se espera un cambio en la forma en que se conceden las plazas en la actual Euroliga.
Es obvio que la “guerra” está lejos de terminar y sólo el tiempo dirá quién prevalecerá al final. Las dos próximas temporadas van a ser más que interesantes para el futuro del baloncesto europeo y el balance financiero final. El que dé más dinero, especialmente cuando el límite salarial de la NBA este por las nubes, prevalecerá.
Los clubes esperan a ver el dinero y su elección será simple. Es decir, los 150 millones de euros, que la FIBA dice que puede proporcionar durante la primera temporada de su liga, parecen estar fuera de toda lógica del mercado actual. Se suponer que se podría encontrar estos 150 millones sólo en el caso de que una empresa o incluso un país por sus propias razones, que podrían ser incluso políticas, quiera invertir esta cantidad sin esperar una remuneración económica.