Por Nikos Varlas/ varlas@eurohoops.net
Ha surgido una cuestión a causa de unos informes que tienen que ver con los casos de algunos jugadores estadounidenses recibiendo propuestas de la federación turca para que se saquen la nacionalidad del país otomano y compitan con la selección del dicho país en las próximas competiciones.
¿Necesita el equipo nacional de Turquía a algún jugador naturalizado? ¿A un jugador no turco en esta etapa?
¡Para nada!
Es la primera vez (dejando de lado el aspecto ético de la cuestión en un momento de una profesionalidad desenfrenada) cuando, en términos competitivos, la respuesta es tan simple.
Turquía tiene que hacer sólo una cosa y es un momento perfecto para hacerla esto. Сonfiar en el talento de sus jugadores, tener fe en las “generaciones de oro” que cada vez enmarcan el equipo masculino y ser paciente.
A través de esta estrategia los resultados serán beneficiosos y harán que todos en el país se sientan orgullosos. La gente, los jugadores, los equipos, los propios atletas que traerán éxito a su país.
Es realmente provocativo hablar sobre este tema en un momento en que la selección U20 de Turquía es actual campeona y cuando el equipo de 1994-5 está formado de tales jugadores promesas como Cedi Osman, Metin Turén, Emircan Kosut, Kartal Ozmirak y tantos otros.
No tiene sentido cuando el equipo U18 ha sido campeón de Europa ¡dos veces consecutivas! La generación de los que nacieron entre los años 1996-1997 tiene talentos como Egemen Guven, Furkan Korkmaz, Berk Ugurlu, Okben Ulubai y tantos otros.
Estas generaciones han demostrado que tienen excelentes materias primas y la forma en que crecerán es un asunto del programa de desarrollo de la federación y de los clubes y junto con algunos jugadores internacionales que ya han sido madurado son la riqueza de baloncesto de Turquía.
Esta es la base para el éxito futuro y no algunos jugadores naturalizados de primera clase que puedan contribuir en 1-2 grandes torneos y luego marcharse cuando la evolución de los grandes talentos de cosecha propia y su identificación con el equipo nacional se haya puesto en riesgo.