Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
En un grupo tan igualado y de tan alto nivel, puede que perder en duelos directos no suponga mayor problema, aunque parezca contradictorio, y siempre y cuando ganen a Bosnia (que oposita al cuarto billete). Este Grupo B se ha ganado el apodo de “Grupo de la Muerte” con todo merecimiento y el problema, seguramente, sea para las selecciones que se crucen en su camino a partir de octavos.
Lituania dio argumentos a los que aún dudamos de su potencial, aunque ahora lo hagamos un poquito menos. El equipo de Kazys Maksvytis se atrevió a entrar en el juego de intercambio de golpes con Eslovenia mientras minimizaba el impacto anotador de Luka Doncic, pero es que los campeones probaron que tienen más armas en su arsenal y acabaron imponiéndose 92-85.
En el momento más crítico, a cinco minutos de la bocina, con 73-78 y máxima a favor de los lituanos, Doncic empezó a nutrir de balones a Mike ‘Miha’ Tobey. En la recta final del partido anotó, reboteó, taponó y, sobre todo, asistió al nuevo pívot del Barça.
Porque es la gran virtud del equipo esloveno. Más allá de asegurar diversión, con un baloncesto veloz y con mucho tiro exterior, es su capacidad para encontrar fieles escuderos de su gran estrella. En el día en el que a Doncic no le entraron los tiros (4 de 14 y 1 de 8 en triples), buscaron liberarse de su marcador para ser alimentados a base de asistencias (hasta 10 repartió) y así acabar la primera tarea con nota.
Así, Goran Dragic (19 puntos) y Mike Tobey (24 puntos, 8 rebotes y 27 de valoración), completaron un ‘Big Three’ que pudo acabar con Lituania.