Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
Tras los festivales anotadores en los cuartos del martes, el miércoles arrancó con un tono mucho más sobrio, aunque más emocionante e igualado. Francia, que parecía tener la lección aprendida, trató de mover el balón y encontrar buenas situaciones de tiro… pero también vieron cómo su punto negro del torneo se hacía más grande. Las 11 pérdidas en la primera mitad dejaron con vida a Italia, que aprovechó el tercer cuarto para poner a los galos con cara de serbios.
Sin embargo, entonces apareció Thomas Heurtel como un salvador. Cuando todo parecía perdido aparecieron sus triples y, como colofón, forzaba la prórroga con su primera canasta de dos puntos en el partido. No se frenaría ahí y anotaría un total de 14 puntos entre el final del último cuarto y los cinco minutos de baloncesto gratis para un total de 20, junto con 8 pases a canasta.
Francia logró meterse en semifinales (93-85) y Heurtel será portada en el país vecino, pero no se puede obviar que, más allá del talento de su director de juego, la fortuna sonrió de nuevo al equipo de Vincent Collet. De hecho, de manera muy similar al partido de octavos.
Si el sábado fue Cedi Osman quien falló sus tiros libres, esta le tocó el turno a Simone Fontecchio. Su partido había rozado la excelencia (21 puntos), pero erró en sus dos viajes a la línea que metían a Italia en semifinales. Por el camino, decisiones arbitrales extrañas, como la técnica a Marco Spissu (21 puntos, tras sus 22 ante Serbia) por un inexistente ‘flopping’. Un punto que podría haber decantado del otro lado el triunfo… pero quizás ya no extrañan las malas decisiones arbitrales en este torneo.