Por Eurohoops team/ info@eurohoops.net
En este año y pico, ¿cuántas veces ha pensado que para qué se metió aquí?
- Algunas [risas]. Como digo yo, ha sido un invierno en el que ha hecho mucho frío. Difícil. Hay días que he pensado eso y hay otros muchos, casi todos, en los que me he dado cuenta de la responsabilidad y el honor que supone tener este cargo. He demostrado no sólo con palabras sino con hechos que la Federación ha sido gran parte de mi vida. Cualquier esfuerzo que he tenido que hacer por la FEB lo he hecho con gusto y repetiría. Este es uno más. Yo no tenía planeado esto, pero se dieron las circunstancias y creía que mi obligación era seguir ayudando aunque desde otro punto de vista.
¿Cuesta más ganar un título en la cancha o una negociación en los despachos?
- Depende de la negociación y del título. Sí es cierto que se sufre mucho más. Cuando ganabas un título era un momento de exaltación, de alegría. Cuando se resuelve una negociación o sacas un buen convenio es más alivio y tranquilidad. Se disfruta igual, pero lo que te da la cancha no te lo da nada.
¿De qué siente más orgulloso en este año?
- A riesgo de pecar de inmodesto, creo que la FEB y el baloncesto español están mejor que hace un año. Eso es gracias a todos, pero desde la FEB hemos puesto bastante por nuestra parte. Por fin, después de muchísimos años, ha habido dos ascensos. Esto es bueno para la LEB, pero también para la Liga Endesa y para el baloncesto español. Ese inmovilismo en el que estábamos instalados era nocivo. Respecto a la parte económica, probablemente estemos todavía malitos, pero estábamos en la UCI, moribundos. El Mundial Femenino no tenía sede hace dos años, por falta de planificación, por las razones que sean… Yo al pasado miro lo justo. Ahora tenemos el compromiso de cuatro instituciones, y más allá de la Copa del Mundo, para promocionar el baloncesto femenino. Será de Tenerife hacia el resto de España y del mundo. También me incomodaba, y es un tema que creo que está arreglado, la relación con muchos de los agentes de alrededor. Teníamos un problema de reputación: relaciones que estaban enturbiadas con el Comité Olímpico Español y otros estamentos con los que creo que es necesario tener una relación al menos cordial. A día de hoy son relaciones estrechas. Incluso con la ACB. Ha habido muchas negociaciones, pero creo que llegar al momento actual es un éxito. Hay diferencias, pero también una vía de diálogo para mejorar el baloncesto.
¿Y qué se le ha resistido?
- Son cosas que necesitan más tiempo. Nada más entrar, ampliamos la LEB Oro a 18 equipos porque daba lugar a más jugadores y a más ciudades representadas. Ese impulso ha hecho que las competiciones sean un éxito. Queremos poner nuestras Ligas en valor. Se han dado pasos adelante. ¿Está todo bien? No. No son cosas que se han resistido, sino que necesitan más tiempo.
Dijo que habría un director de cumplimiento para valorar las cuentas. ¿Lo hay?
- Estamos en ello. Hay una persona que ha hecho el curso para el conocimiento del cargo. Nos hubiera gustado ponerlo en marcha este año. Empezaremos en septiembre.
Heredaron un buen agujero. ¿Cómo está la economía?
- Teníamos una deuda importante y un desfase presupuestario. Veníamos de dos años con un déficit de ingresos/gastos de 3,5 millones de euros y ya en la Asamblea de este año se ha presentado un presupuesto equilibrado. Tenemos un plan de viabilidad pactado con el CSD que nos monitoriza. Este año ya hemos superado lo que marcaba esa hoja de ruta. Seguimos malitos, sí, pero esa sangría se ha parado y hemos dado pasos hacia la recuperación.
En la campaña se le acusó de continuista porque a usted le metió José Luis Sáez en la FEB. ¿Ha roto con el pasado?
- Ha pasado un año y poco, pero a mí me parece que son 10. La campaña acabó hace mucho. Hablar es fácil, pero los hechos dan y quitan razones. Por una cuestión de filosofía, hemos renovado todo el equipo directivo de la anterior Federación. Creíamos que era lo necesario. Era un cambio imprescindible para afrontar el futuro. También creo, y lo diré siempre, que en la FEB se hicieron muchas cosas bien. También, en mi opinión, muchas cosas mal. De lo bueno: muchos programas que hay en marcha hemos tenido la suerte de heredarlos. Lo que pensaba que no era positivo lo hemos quitado de raíz. En el día a día hay muchos cambios.
Las selecciones siguen siendo la joya de la corona.
- La masculina, la femenina y las de formación son una constante alegría. Son el ejemplo de lo que debe ser el deporte: compromiso, profesionalidad y pasártelo bien.
¿Ve otro oro en el Europeo?
- Es dificilísimo. Hay infinidad de equipos que aspiran a medallas, pero nosotros somos optimistas. Lo primero, por naturaleza. Lo segundo, por la plantilla que hay. Y tercero, porque los jugadores no renuncian a nada. La trayectoria del equipo, la mentalidad de los jugadores, el concepto de equipo que hay, la profesionalidad, el esfuerzo de la FEB por poner los medios a disposición de todas las selecciones… Conviene decirlo: dentro de los ajustes económicos, no se ha tocado nada de la partida deportiva. Es nuestro core. Lo que nos da la diferencia son nuestras selecciones, son el gran tirón. Tenemos que hacer que todo lo bueno que nos dan las selecciones revierta en el baloncesto español y que todos los estamentos se beneficien.
De ganar, sería el cuarto oro en cinco Europeos.
- Una barbaridad. Desde 1999 no hemos bajado de las semifinales y sólo una vez del podio. Es una salvajada. Cuando hablamos de Yugoslavia y la URSS, les tenemos idealizados. Esta selección no es peor que ellos.
¿Le da miedo el futuro sin los Gasol, Navarro, Felipe…?
- Vamos a disfrutarlos. Aún hay cuatro jugadores del oro de Japón. Están Ricky, Llull, Abrines, Mirotic, Ibaka… Gasol y Navarro, por desgracia, sólo hay uno. Miedo no me da en absoluto. Nos dará pena y habrá que afrontarlo cuando se vayan. No será fácil, pero no viene el desierto detrás. Hay una generación que ya son líderes y me hace ilusionarme.
¿Nunca le dan ganas de saltar a la cancha?
- Cuando el árbitro tire el balón al aire sí. Ahora no. El gusanillo de jugador lo voy a tener toda la vida. Más cuando se juega que cuando se entrena. Pero estoy muy honrado del cargo que tengo ahora.
¿Cómo ha cambiado la relación con Scariolo, antes su jefe y ahora su empleado?
- Dice que antes hablábamos cuando él decía y ahora hablamos cuando yo quiero. Es buena relación. Le conocí en el 98 cuando vino a Vitoria a entrenarme. Hay relación de fidelidad. Cuenta con mi lealtad y mi compromiso y voy a ayudarle a que haga lo mejor posible su trabajo. Con la sinceridad y el diálogo que tenemos podemos crecer y mejorar
¿Van a solicitar ser sede del Europeo de 2021?
- Estamos en ello. Teníamos muchas ideas para este primer año, pero la actualidad no te permite tirar hacia adelante estos proyectos de futuro. Lo queremos presentar. Pero este año lo hemos necesitado para poner en orden muchas cosas. Habrá que organizar costes y estructuras con la Federación Internacional.
¿Tiene más mérito la selección femenina que los chicos?
- Más mérito no, pero sí que tienen un mérito tremendo. Con las chicas te sientes identificado enseguida. Es un equipo fácil de llevar y que se rebela contra las cosas, pero de forma positiva, no desde la queja, sino ganando, compitiendo y entregándose.
¿No habría sido mejor llevar el Mundial a más ciudades además de Tenerife?¿Por qué se celebrará sólo allí?
- Por la apuesta de las cuatro instituciones involucradas. Ha sido tremenda. Organizar un Mundial tiene unos grandes gastos asociados. La apuesta de Tenerife ha sido espectacular desde el primer momento. FIBA quedó encantada con la Final Four de la Champions y quieren volver a sentir esa pasión. Será un Mundial desde Tenerife para el resto de España y del mundo.
Las medallas de los veranos tapan muchas veces otra realidad, las de la LEB y la Liga Femenina, donde los equipos sufren o desaparecen.
- Es un trabajo que requiere tiempo. No se puede recuperar una competición en un año. Estamos dando pasos adelante. Seguro que podemos hacer más cosas y estamos en ello. En Liga Femenina vamos a dar dos pasos adelante importantes. El open day, para que la primera jornada sea toda en una única sede, seguramente en Madrid. Creemos que va a tener repercusión en aficionados y medios. Y habrá un partido de cada jornada por televisión. Es parte de la promoción de la Copa del Mundo, pero no queremos que sea sólo un año, sino una filosofía de trabajo. Y en la LEB vamos a dar facilidades económicas para que se inscriban más clubes y más quieran estar. Hemos incentivado la contratación de jugadores nacionales y sub 22, de jugadores de arraigo para que estén más de una temporada en los equipos… No se pueden achacar problemas de un club a que todo es culpa de la FEB. También hay gestores en los clubes que tienen responsabilidad. Si un club desaparece, es culpa de todos, no de un solo agente.