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Porfirio Fisac llegó a Las Palmas este verano entre elogios tras liderar al Casademont Zaragoza a la mejor temporada de su historia y firmó dos temporadas en el banquillo claretiano. Sin embargo, el Herbalife Gran Canaria no ha tenido el inicio de temporada esperado tras las expectativas creadas alrededor del equipo en verano.
El equipo dirigido por el técnico segoviano acumula cuatro derrotas consecutivas, tres de ellas muy contundentes, y se encuentra en puestos de descenso en la Liga Endesa con un balance de 1-5.
Según explica hoy La Provincia, uno de los principales motivos del terrible inicio de temporada del equipo se debe a la mala relación entre Fisac y su plantilla. Además de algún capítulo anterior que involucraba a Andrew Albicy, el pasado sábado tuvo encontronazos con dos de los pesos pesados del vestuario: Javier Beirán y Amedeo Della Valle.
Pese a sentarse en el banquillo, el campeón del Mundo no disputó ni un solo minuto en la última jornada contra el Unicaja. De hecho, ni siquiera se despojó del chándal del equipo porque su entrenador ya le había comunicado que no participaría.
En el caso del escolta italiano, llegado en verano del Armani Milán, había tenido problemas físicos, pero ya estaba totalmente recuperado y tampoco vio minutos de juego. Con todo esto, Della Valle ya habría pedido a su agente que le busque un destino en el mercado para abandonar el Gran Canaria cuanto antes.
Fisac mencionó tras el encuentro que ambos jugadores habían arrastrado problemas físicos aunque, según ha podido confirmar Eurohoops, ambos jugadores se encontraban en perfecto estado.
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