Por Alex Molina / info@eurohoops.net
A cada semana que pasa, las posibilidades de que la Penya se meta entre los seis primeros de su grupo de la BKT Eurocup son más pequeñas, pero después de lo de hoy, se necesitará un milagro para seguir con vida en Europa. El Joventut Badalona ha caído ante el ratiopham Ulm por 88-102, un marcador que refleja a la perfección lo visto durante los 40 minutos y que deja los verdinegros con un balance de 3-8 con tan solo siete partidos por jugarse.
El plan de partido saltó por los aires en el primer minuto, literalmente. Ante Tomic se cargó con dos faltas antes de los sesenta segundos, la segunda más lamentable que la primera. Pustovyi entró para sustituir al croata… y también se cargó con dos faltas tras pocos segundos en pista. El panorama era desolador y la mayor energía de los alemanes, que tuvieron un nivel físico en defensa impresionante, no tardó en verse reflejado en el marcador. Ya en el primer cuarto, la ventaja visitante llegó a las dos cifras, un escenario que no cambió en ningún momento del partido gracias al gran trabajo de Justinian Jessup (16 puntos y 4 rebotes), Ben Saraf (18 puntos) y Karim Jallow, que neutralizaron a Kassius Robertson (23 puntos) y Devon Dotson (18 puntos y 8 asistencias).
Como en muchos (demasiados) partidos, la segunda mitad de la Penya fue un suplicio en el que la única noticia fueron los pitos que se oyeron en el Olímpic para el conjunto local, un sonido de viento que hubiera sido atronador si hubiera alguien en las gradas del pabellón: algo de bueno tiene que tener estar firmando una BKT Eurocup tan floja.