Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
No Anthony Randolph. No Sergio Llull. No Jeff Taylor. No Fabien Causeur. Y no Jordan Mickey, lesionado a los dos minutos de saltar al parqué… Pero ningún problema para el Real Madrid. El equipo de Pablo, con una rotación muy limitada, logró prolongar su racha victoriosa ante el Panathinaikos al llevarse un inusual partido de lunes por 96-78.
Siete jugadores anotaron en dobles figuras para los madridistas, aunque Edy Tavares (15 puntos, 10 rebotes y 30 de valoración) y Facundo Campazzo (14 puntos, 10 asistencias y 26 de valoración) fueron los líderes de la vigésima victoria en la Euroliga.
Nick Calathes fue el máximo anotador del Panathinaikos con 13 puntos, a los que sumó 4 rebotes y 6 asistencias.
Con un parcial de 12-0 prácticamente después del salto inicial, el Madrid tomó la ventaja en el marcador (15-5) y nunca la perdió. Eso no significa que el encuentro fuera un camino de rosas. Alcanzó muy pronto 14 puntos de diferencia y, a partir de ese momento, el Panathinaikos trabajó para reducir la distancia.
Con un inusual acierto en el tiro exterior, los griegos amenazaron con revertir el marcador, especialmente en el tercer cuarto. Sin embargo, una barrera de tres puntos se interpuso siempre entre blancos y verdes.
Entonces, cuando todo hacía indicar que se llegaría a un final igualado, Trey Thompkins (7 de sus 11 puntos llegaron en el último periodo) pidió protagonismo en la exhibición de Campazzo y Tavares. El Panathinaikos, el mejor equipo ofensivo de la Euroliga, se quedó sin respuesta. Al igual que le ocurrió el pasado viernes, ante el Barça, fueron incapaces de encontrar fluidez en ataque y sólo pudieron contemplar cómo la máxima diferencia no dejaba de crecer.