Por Antonis Stroggylakis / info@eurohoops.net
Por cada jugador estadounidense que es seleccionado en el Draft de la NBA, hay otro que pasa toda la noche sin escuchar su nombre. Algunos de ellos eligen el largo camino de embarcarse en una carrera en Europa, llegando a fimar con clubes relativamente pequeños en ligas menores o incluso en las divisiones nacionales más bajas.
Incluso aquellos que lograron un contrato en la NBA, pueden encontrarse al otro lado del Atlántico por razones que varían con cada caso. Lo que al principio puede parecer un tipo de exilio, puede convertirse en una bendición.
La historia del baloncesto europeo está marcada por jugadores de baloncesto estadounidenses que han alcanzado la verdadera grandeza con sus logros en el extranjero, se han convertido en sinónimo de éxito e incluso han alcanzado un estatus de leyenda en algunos de los clubes más históricos del continente. Sin embargo, estos triunfos pueden pasarse por alto, llegando a ignorarse por completo en su propio país de origen.
A Malcolm Delaney le da exactamente igual. Y cree que algunos de sus colegas estadounidenses que lideran a diferentes equipos en toda Europa tienen el mismo sentimiento.
„En cuanto a lo que la gente piensa, a mí no me importa“, dijo Delaney a Eurohoops. „Sé lo que he hecho en mi carrera. Creo que a los mejores jugadores de Estados Unidos que juegan en la Euroliga no les importa. Creo que todos compartimos la misma actitud. No se trata de demostrar que la gente en Estados Unidos está equivocada o algo así. Hay jugadores que vienen aquí, que ganan más dinero que los jugadores de la NBA y viven mejores estilos de vida. Y ganan. No se puede comparar eso con alguien que va y no juega en la NBA y termina su carrera arruinados solo porque intenta demostrar un estereotipo sobre los jugadores de la NBA„.
Hubo dos caminos profesionales que Delaney siguió cuando completó el círculo de su primer período en Europa en 2016.
Delaney acababa de terminar la mejor temporada de su carrera en aquel entonces. Una temporada digna de un MVP que le hizo ser incluido en el mejor quinteto de la Euroliga tras liderar al Lokomotiv Kuban a su primera aparición en una Final Four. El base estadounidense podría haberse quedado en Europa aceptando una lucrativa oferta de un candidato al título, convirtiéndose en uno de los jugadores mejor pagados del continente.
Convertirse en candidato a todo no tuvo el atractivo suficiente para desviar la atención de Delaney, que quería cumplir su gran ambición. Desde que no fuera reclutado en 2011, Delaney lo ansiaba. Hizo realidad el sueño de toda su vida de jugar en la NBA. Finalmente, el ex Hokie firmó un contrato con los Atlanta Hawks para finalmente competir en la liga y jugar a poco más de una hora de vuelo de su Baltimore natal después de pasar sus primeros cinco años como profesional a un océano de distancia de su familia y amigos.
„Era algo que siempre quise hacer„, reconocía Delaney a Eurohoops.
Cada vez que Delaney estaba disponible en el mercado, los equipos de la Euroliga le tentaban. Fenerbahce Beko, Anadolu Efes y Khimki querían fichar a Delaney, aunque tal vez ninguno lo cortejó tan intensamente como Barcelona. El vínculo entre los dos se consumó en septiembre pasado, cuando los azulgranas trajeron al jugador de vuelta a la Euroliga para ayudar al equipo a volver a lo más alto.