Por Eurohoops team / info@eurohoops.net
¿Cuánto perjudica la pandemia del coronavirus al baloncesto europeo? Según el general manager del Olympiacos, Nikos Lepeniotis, habla de que un recorte del 50% de los ingresos es más que posible.
En un artículo publicado en el portal económica capital.gr, Lepeniotis explica que ninguna predicción puede considerarse segura en este momento, pero que la situación no pinta bien: “Estamos enfrentándonos a una catástrofe económica“.
El flujo de caja de los ingresos del club se transmite principalmente en el último trimestre de la temporada (abril-mayo-junio) “que casi equivale al 45% – 50% de los ingresos anuales”. Es obvio que en este entorno el daño terminará siendo enorme en casi todos los casos.
El texto completo escrito por el GM del Olympiacos es el siguiente:
La propagación de la pandemia de COVID-19 ha impactado la etapa de eventos deportivos en todo el mundo. No importa cuánto intente evaluar la situación actual y evaluar el impacto económico, solo hay una conclusión: no hay absolutamente ninguna manera de evaluar y pronosticar su futuro.
Ha habido muchos intentos por parte de personas involucradas en la industria del deporte para llegar a números específicos, porcentajes o procedimientos de evaluación de pérdidas para equipos profesionales, patrocinadores, pero principalmente para deportistas profesionales. Irónicamente, estos intentos parecen ser utilizados solo como una herramienta de criterios para servir intereses personales y grandes egos.
Durante estos momentos difíciles, donde otros países carecen de ataúdes para enterrar a sus muertos y no pueden decir adiós a sus seres queridos, cualquier evaluación del estado económicos de deportistas, ligas, agentes, patrocinadores, medios de comunicación y cualquier otra institución que sostenga la industria del deporte profesional es casi arrogante. Al menos así es como yo y todos los demás miembros de la organización del Olympiacos nos sentimos en este momento, desde los presidentes hasta cada uno de los empleados del club.
Con el debido respeto a lo que está sucediendo en este momento, tenemos que dar un paso adelante y revisar las características técnicas que pueden ayudarnos a comprender el estado actual de la industria del deporte.
Desde el 12 de marzo, todos los eventos deportivos, incluidos los partidos y las sesiones de entrenamiento, han sido cancelados. Esto ha causado interrupciones significativas en la industria del deporte, siendo las asociaciones de la liga profesional las más afectadas, que están tratando de manejar una situación que presenta las siguientes características únicas y sin precedentes:
- Estamos enfrentándonos a una catástrofe financiera.
- Nadie sabe cuándo terminará esta catástrofe.
- El 12 de marzo, toda la “producción” deportiva se detuvo abruptamente. Como resultado, se ha agotado cualquier fuente de ingresos para cualquier equipo. Es un cierre abrupto y completo de la cartera de negocios.
- Nadie puede decir con certeza cuándo la comunidad deportiva volverá a la normalidad (es decir, partidos con y cobertura televisiva). Nadie sabe cuándo funcionará la industria del deporte y en qué circunstancias. Por lo tanto, nadie sabe si la industria volverá a recibir incluso un solo euro de ingresos.
- Mientras tanto, la industria tiene que tomar decisiones para todos los empleados. Todos los empleados se ven afectados, ya sea que pertenezcan al equipo de producción (empleados administrativos), o aquellos en ventas y superiores (deportistas y entrenadores). ¿Las compañías continuarán pagándolas en su totalidad, incluso si no están trabajando y, por lo tanto, produciendo? Y, si es así, ¿por cuánto tiempo?
- Además, la compañía tiene que cubrir una serie de otros gastos. Compras, finanzas y préstamos en curso, así como materias primas, servicios y seguridad y una serie de otras obligaciones que en algunos casos pueden mitigarse o disminuirse. ¿De dónde vendrán todos estos fondos?
- Finalmente, el propietario de la empresa en la industria específica, que se encuentra en la posición más desafiante y difícil de todas, tiene que evaluar una cantidad de datos nuevos que cambian cada día e incluso cada hora y tomar decisiones fuera de su control (por ejemplo , el cierre de instalaciones deportivas, restricciones en el viaje, etc.). También tendrán que evaluar a los competidores directos del mercado y cómo están manejando la crisis. Evaluar su solvencia financiera personal y si pueden permitirse permanecer en el negocio. Finalmente, evaluar y pronosticar el producto y el negocio en el futuro, formas de volver al negocio y ser competitivos.
Siguiendo los puntos anteriores que comparan y enumeran los desafíos de la industria, solo hay un resultado; nadie puede prever nada.
Cuando nadie puede prever nada, es inapropiado hablar del presente y aún más sobre el futuro. Es absurdo tener una negociación relacionada con los derechos de los deportistas en función de sus contratos actuales y compartir las pérdidas entre los equipos y los atletas. Los daños sufridos por todos y cada uno de los equipos profesionales no tendrán precedentes y serán los mayores en su historia y, por lo tanto, no se pueden calcular. El famoso gurú de las finanzas Larry Fink, de Blackrock, firma de renombre mundial que administra fondos de 7,5 billones de dólares, ha dicho que: “en los 44 años de mi carrera en economía nunca he experimentado algo así”.
Ningún equipo quiere retener ningún pago dirigido a deportistas o entrenadores o cualquier empleado. Es una cuestión de su capacidad para hacerlo, en función de la realidad actual y sus prioridades básicas… con la prioridad número uno para todos y cada uno de nosotros es asegurar que haya un mañana.
La vida continua. Y como la vida siempre continuará, todos estaremos en el mismo frente. Nuestro objetivo principal no es destruirnos unos a otros o imponer nuestra superioridad. Nuestro objetivo es encontrar el equilibrio adecuado para la nueva era en la que todos entraremos y cooperaremos para nuestro objetivo común. Queremos que todos regresen.
En los deportes profesionales, los clubes profesionales reciben la mayor parte de sus ingresos hacia el final de cada temporada. Hay muchas razones para ello, como la importancia de los partidos que aumentan el interés de los aficionados, las finales o los playoffs, los partidos críticos y, por lo tanto, la mayoría de los patrocinadores eligen que se anuncien durante ese tiempo exacto. Por lo general, la mayoría de los pagos se realizan hacia el final de la temporada. Por lo tanto, todo lo anterior está transmitiendo la mayor parte del flujo de efectivo hacia el último trimestre de la temporada (abril-mayo-junio), que casi representa el 45% – 50% de los ingresos anuales. Y nadie puede predecir cuál será la cantidad real que recibirán los equipos …
Si la congelación de toda interacción deportiva debido a la pandemia se combina con la congelación de ingresos dentro de la industria deportiva, se crea una enorme brecha este año. Como resultado de la pandemia, los equipos profesionales registrarán una pérdida potencial de ingresos del 50% esta temporada. Para reducir el impacto, estos daños deben mitigarse proporcionalmente a todos los interesados y, por supuesto, principalmente a aquellos que, según la fecha, reciben aproximadamente 75% – 80% del presupuesto de cada liga de negocios por año (atletas / entrenadores, incluidos impuestos). Nadie discute eso, ni siquiera los deportistas; la única deliberación es con respecto a los porcentajes finales de dicha mitigación…
En la práctica, si todos los ingresos totales para un equipo profesional son 20 millones anuales, se recibirán alrededor de 8-10 millones durante el último trimestre de la temporada (2.5-3 meses). Si ahora consideramos que a los deportistas se les paga por 10 meses y dejaron de trabajar 6 meses y 12 días en la temporada, la compensación restante para estos se refiere a los 3 meses y 18 días restantes. Sin embargo, 2.5 meses de los 3 meses y 18 días restantes para concluir la temporada habrían producido 45-50% de los ingresos para los equipos profesionales involucrados. Por lo tanto, en cierto sentido, los partidos no disputados se consideran los más importantes en términos de los ingresos totales de los equipos, mientras que los salarios de los atletas para estos últimos 3.5 meses están vinculados a la “producción” o flujo de efectivo entrante para el equipos iguales o superiores al 50% de sus ingresos anuales totales.
Con base en lo anterior, ¿quiénes serán los expertos, jueces o mediadores que podrán decidir qué sería justo para los deportistas y los equipos profesionales en caso de que las competiciones y ligas no se reanuden? ¿Hay alguna decisión justa que tomar? La respuesta es ninguna.
Esto dará como resultado que cada negocio actúe de la mejor manera posible para asegurar un futuro para el equipo y la capacidad de seguir operando. Es cierto que algunas empresas deportivas irán a la quiebra como otras empresas en diferentes sectores. Presentaré aquí el caso de Adidas que, según los informes, ha pedido un estímulo de 1 a 2 mil millones de euros al Gobierno alemán; mientras que alrededor del 80% de los proveedores de contenido de medios (4 de 5) también necesitarán asistencia monetaria, ya que han sufrido una gran interrupción de los ingresos.
La evaluación de todas las ligas profesionales no se completará antes del final de la temporada 2020-21 y más específicamente antes del verano de 2021. Es muy probable que la disminución de ingresos sea la norma para las próximas 2 ó 3 temporadas. No se pueden hacer pronósticos para la próxima temporada en este momento, ya que no hay margen para obtener planes fiables. Es como prever lo desconocido; desea pisar aguas poco profundas y poder ver lo que pisa, no nadar en un mar sin fondo que nunca antes había visto. Esta metáfora será utilizada como tendencia por algunas ligas la próxima temporada en todo el mundo. Podría recuperar el equilibrio que se había perdido últimamente debido a la competencia excesiva, la circulación de dinero ‘barato’ y la falta de un plan de acción adecuado en muchas divisiones (límite salarial, política salarial fiscal común, etc.), especialmente en Europa.