Alex Molina / info@eurohoops.net
El Barça ha conseguido pasar con nota el duro examen con el que ha empezado su periplo por la Euroliga 2020-2021: victoria por 76-66 ante el CSKA, eterno favorito al título, que echó de menos a Mike James, muy errático y desaparecido durante todo el partido, y a Nikola Milutinov, flamante fichaje del equipo ruso que fue baja por lesión.
El primer partido europeo de Sarunas Jasikevicius como entrenador del Barcelona empezaba con uno de los mejores partidos que se puede ver en el Palau, vacío en esta ocasión de público. Esta jornada de Euroliga tenía un objetivo añadido al de ganar el primero de los 34 partidos que les espera al Barcelona en esta edición: comprobar si las buenas sensaciones mostradas en el inicio de la temporada tras el cambio de entrenador se trasladaban también en el plano europeo.
Y la verdad es que si este Barça no es completamente distinto al del año pasado, lo parece muchísimo. Si hace unos días Jasikevicius les recriminaba a sus jugadores que no se pasaban el balón en ataque -seña de identidad a su parecer del Barça del año pasado-, el verdadero cambio se vio en la defensa. Los primeros 20 minutos de los locales se caracterizaron por ser una clase práctica del abanico de recursos defensivos al completo: robos, tapones, tiros punteados, ayudas, fintas defensivas y sobre todo, la sensación de que los azulgranas estaban por todos los lados.
Si la defensa era una tarea coral, en el aspecto ofensivo se erigieron tres nombres propios como protagonistas: Brandon Davies con 18, Nikola Mirotic con 17 y Álex Abrines (MVP del partido con 24 de valoración) con 13 puntos se combinaron para sumar 48 de los 76 puntos de su equipo.
Tras una primera mitad de dominio azulgrana con ventajas en el marcador siempre alrededor de los diez puntos, el conjunto ruso reaccionó tras el paso por los vestuarios. Itoudis cambió su defensa y sus jugadores pasaron a cambiar su asignación en todos los bloqueos directos. Esta situación confundió a los locales, que con un arbitraje más que cuestionable en contra de sus intereses, vieron como el CSKA se ponía a dos puntos con el 57-55.
No tardaría en llegar la reacción local, que se puso otra vez el mono de trabajo para sacar adelante el partido desde la defensa, una labor que no dudó en destacar Jasikevicius en declaraciones al final del partido y que sin duda demuestra que otro Barcelona era posible, y que parece ser que ya está aquí.