Alex Madrid / info@eurohoops.net
Cuando el Barça anunció que Saras Jasikevicius ocuparía su banquillo, los aficionados del Zalgiris aceptaron con resignación el fin de una época. El técnico lituano les devolvió a la gran escena y convirtió el Zalgirio Arena en una de las canchas más complicadas de la Euroliga.
Paulius Motiejunas eligió para ocupar su lucar a un casi desconocido entrenador austriaco: Martin Schiller. Si hacer olvidar al ídolo de Kaunas era complicado, a ello debemos sumar la situación actual y, en consecuencia, la reducción salarial.
Pues bien, tres semanas después de iniciar la competición, Schiller no sólo está cumpliendo las expectativas… ¡las está superando con crecres! El Zalgiris es el único equipo invicto de la competición con un impresionante récord de 4-0.
Tras tres partidos como visitante, 5.011 aficionados lituanos pudieron disfrutar del juego de su equipo y de la victoria sobre el Anadolu Efes. El mejor equipo de la temporada pasada apenas pudo plantar cara a un divertido Zalgiris, que dominó con claridad y se llevó el triunfo por 87-70.
El Efes, en cambio, ocupa la parte baja de la tabla con un récord de 1-3. Más allá de la ausencia de Shane Larkin, están notando el mal estado de forma de Vasilije Micic. El base serbio debía liderar en ataque a los turcos, pero se está viendo lastrado por su paupérrimo 3 de 24 desde el triple, además de las casi tres pérdidas que promedia en este inicio.
Sólo Bryant Dunston, 20 puntos, 4 asistencias y 2 tapones (con los que empató a Fran Vázquez en la cima de la clasificación histórica de la Euroliga) y Krunoslav Simon, 16 puntos y 6 asistencias, estuvieron a la altura del acertadísimo Zalgiris.
Las 26 asistencias repartidas, el 69% en tiros de dos y un sólido 10 de 19 desde el triple, cimentaron el triunfo de los chicos de Martin Schiller. Con todos los jugadores metidos y aportando, Nigel Hayes lideró la carga gracias a un espectacular inicio con 17 puntos y 5 rebotes, mientras Marius Grigonis y Lukas Lekavicius le seguieron con 12 tantos cada uno.
El siguiento reto para el Zalgiris, en Valencia. ¿Será capaz Jaume Ponsarnau de encontrar la fórmula para frenar al equipo de moda?