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Los problemas del Khimki esta temporada van más allá de lo que ocurre en la pista ya que, según informa RIA Novosti, que cita fuentes cercanas al equipo, mencionan que el club ruso tiene una deuda de casi 250 millones de rublos con sus jugadores -cerca 2,8 millones de euros-, que no han cobrado su salario durante los últimos tres meses.
En las semanas anteriores, el Khimki anunció la rescisión de varios contratos, como los de Jonas Jerebko, Greg Monroe o, el más reciente, Dairis Bertans, mientras que Devin Booker y Stefan Jovic también permanecen fuera del equipo.
Los jugadores extranjeros del club ruso (Jordan Mickey, Errick McCollum y Janis Timma), además de los locales Alexey Shved, Sergey Karasev, Viacheslav Zaytsev y Sergey Monya continúan entrenando con el equipo, aunque Mickey y McCollum podrían ejercer una cláusula de rescisión próximamente.
Cabe señalar que, independientemente de la decisión de los jugadores de permanecer o abandonar el club, las deudas vencidas deben liquidarse de acuerdo con sus contratos.
Curiosamente, en plena crisis deportiva e institucional, el equipo logró romper su racha de 17 derrotas consecutivas en la Euroliga ante el Real Madrid, aunque la actualidad no muestra signos de mejora hasta el final de la temporada regular.
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