Stefanos Tatsios / info@eurohoops.net
Cada Final Four de la Euroliga tiene su propia historia que la hace diferente y, lo que más gusta al aficionado, es cuando los tapados acaban levantando el trofeo. Pero, para que esto ocurra, los favoritos tienen que fallar en los momentos claves.
Con motivo de la Final Four de Colonia, en Eurohoops hemos echado la vista atrás para recordar a los cuatro equipos que no se coronaron campeones de la Euroliga… y se llevaron un duro golpe.
Final Four de Bolonia 2002: KINDER BOLONIA (2º puesto)
El Kinder de Bolonia de Ettore Messina era uno de los mejores equipos europeos a finales de los 90 y principios del nuevo milenio, habiendo ganado la Euroliga en 1998 y 2001 contra AEK y TAU, respectivamente. En 2002 tuvo la oportunidad de repetir título al acoger la Final Four, lo que les convertía en favoritos absolutos al título.
Los italianos no sólo eran favoritos porque Bolonia albergara la Final Four, sino principalmente por su calidad. Tenían una increíble colección de estrellas, con nombres de la talla de Manu Ginóbili, Sani Becirovic, David Andersen, Antoine Rigaudeau, Matjaz Smodis y Marko Jaric.
En las semifinales de aquella Final Four viviero un duelo italiano ante la Benetton Treviso, pero fueron capaces de dominar y vivir un final relativamente cómodo (90-82), celebrando la clasificación para su tercera final en cinco años y en la segunda consecutiva.
El rival fue el Panathinaikos de Zeljko Obradovic y Dejan Bodiroga, que no tenía ninguna presión ni ansiedad por hacerse con aquel trofeo, MVP Dejan, el decisivo Kutluay, la importantísima contribución de Middleton y Papadopoulos en la pintura y, por supuesto, la impresionante dirección desde el banquillo dio la sorpresa en un pabellón abarrotado de italianos.
Final Four de Moscú 2005: CSKA DE MOSCÚ (4º puesto)
La temporada 2004/05 para el CSKA de Moscú apuntaba a título europeo. Primero, eran anfitriones de la Final Four de la Euroliga, el banquillo lo ocupaba el mítico Dusan Ivkovic y su plantilla incluía estrellas como Papaloukas, Andersen, Brown, o Holden.
Aquel CSKA realizó una temporada espectacular, ya que hasta la inolvidable semifinal ante el TAU Cerámica, tenían un récord europeo total de 21 victorias y solo una derrota (en el Top 16, ante el Barcelona).
Sin embargo, durante el fin de semana de la Final Four pareció un equipo completamente diferente. La ansiedad les superó ante los vitorianos, algo que se notaba en sus porcentajes (10/28 tiros, 8/30 triples). El Baskonia pudo celebrar una gran clasificación tras ganar por 85-78 (Macijauskas, 23 puntos) y dar una de las mayores campanada en la historia de la Final Four.
Por si todo fuera poco para el CSKA, cayó en la final de consolación tras dos prórrogas y por 94-91 ante el Panathinaikos.