Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
Desde que se creó ELPA -la Asociación de Jugadores de la Euroliga– en 2018 muchos aspectos han cambiado en la competición. Sin embargo, una demanda crucial por parte de los jugadores sigue pendiente.
Uno de los principales objetivos de la ELPA era crear el primer convenio colectiv0 entre los jugadores y los clubes de la Euroliga que, junto con la normativa de Fair Play Financiero, pudiera crear una liga más sostenible. “Necesitas tener un modelo que pueda ser sostenible o, de lo contrario, terminarás con una situación lamentable. Este año tuvimos ese ejemplo“, dijo el CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu, durante su reunión anual en la Final Four con la prensa, insinuando que se trataba del caso del Khimki.
El convenio regulará el panorama económico de los contratos de jugadores de la Euroliga y, aunque la creación de alguna regla podría significar que las ofertas de la NBA sean aún más atractivas, es un paso que Bertomeu cree que debería tomarse: “Tenemos muchos jugadores que son capaces de competir en la NBA, pero tenemos que pensar en todos nuestros jugadores y hacer las cosas más sostenibles. Después de todo, también hemos tenido jugadores que venían de la NBA, pero, por lo general, vemos titulares cuando los jugadores de la Euroliga se marchan a la NBA y no al revés”.
Las negociaciones se han retrasado debido a la situación provocada por la pandemia. Sin embargo, existe un optimismo moderado y se cree que el convenio colectivo puede convertirse en una realidad más pronto que tarde y este podría terminar siendo el último verano sin un convenio colectivo.
Las conversaciones continúan y hay dos detalles importantes que pueden cambiar el mercado de la Euroliga:
- El primero es una posible moratoria entre clubes y jugadores, incluyendo una fecha fija para el inicio de la agencia libre como sucede en la NBA.
- El segundo cambio y más importante es que se puede introducir cierto grado de transparencia en los salarios de los jugadores, que actualmente no son públicos.
Sin embargo, teniendo en cuenta el hecho de que, dependiendo del país, cada club de la Euroliga tiene que enfrentarse a diferentes fiscalidades y, en muchas ocasiones es difícil precisar el valor de cada contrato, -especialmente para los jugadores estadounidenses, que tienen que pagar impuestos en su país de origen si los impuestos sobre sus contratos son inferiores al 38%- se podrían introducir un sistema por niveles.
Aún no se ha concretado nada, pero un sistema de cuatro o cinco niveles dará una idea bastante clara del coste aproximado de cada contrato. Siendo el primer nivel el escalón superior, por ejemplo, podrían entrar los contratos que equivalen a más de 1,5 millones de euros, después un segundo nivel con el límite de un millón, etcétera.
Si bien el convenio colectivo sigue siendo un trabajo en progreso y las negociaciones con todas las partes interesadas no son una tarea fácil, es obvio que este es el siguiente paso natural para la evolución económica de la Euroliga.
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