Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
“¡Seguimos en depresión! Es un partido de baloncesto. ¡Si no queréis jugar, no juguéis! No pasada nada. Decídmelo, así no me llevo mal rato“.
La Lasina que tantas veces ha surgido efecto, no sirvió para nada en Kaunas. Un Real Madrid triste, sin alma y sin puntos se desangró ante el Zalgiris y acabó cayendo ante el colista por 68-47.
Y ya no es solo la derrota en la final de la Copa del Rey, sino el rendimiento en sus últimos tres partidos de Euroliga, saldados con otras tantas derrotas. Encuentros dantescos, especialmente en ataque, ante Fenerbahce, Barça y Zalgiris que han dejado mentalmente muy tocado al equipo de Pablo Laso.
Y, lo peor de todo, es que el partido en Lituania pasará a la historia del club blanco. A la historia negativa, por supuesto. Los 47 puntos logrados suponen la peor anotación del Real Madrid en la Euroliga.
Sólo en un cuarto los visitantes consiguieron anotar más de 11 puntos, tomaron malas decisiones ofensivas y, por supuesto, los porcentajes de tiro fueron terroríficos (20 de 46 en tiros de dos y 1 de 15 en triples).
Los únicos jugadores con porcentajes positivos fueron, precisamente, los dos interiores, que también fueron los máximos anotadores. Edy Tavares (12 puntos y 12 rebotes) y Vincent Poirier (10 puntos y 3 rebotes), además, sumaron 31 de los 38 créditos de valoración del equipo.
El Zalgiris, que sumó su quinta victoria de la temporada y la segunda de manera consecutiva, tuvo en Edgaras Ulanovas a su mejor jugador, que se encargó de sentenciar el partido en el último cuarto con sus 15 puntos.
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